El francés Sebastien Grosjean fue profeta en su propia tierra al ganar ayer el torneo abierto de tenis de la serie Masters en París. Ocho meses después de perder ante el ruso Yevgeny Kafelnikov en Marsella, su ciudad natal, se desquitó al derrotarlo en una ardua final por 7/6 (7/3), 6/1, 6/7 (5/7) y 6/4.
Fue la mayor victoria de su carrera y le vale una plaza en la Copa Masters que cierra la temporada masculina.
El francés levantó los brazos al cielo cuando su adversario pegó una devolución en la red para sellar el resultado.
"Es un sueño hecho realidad", dijo Grosjean con voz cascada por la emoción. "Tuve una semana de ensueño".
Fue su primer título en una prueba de la serie Masters -segundo en importancia detrás de los torneos de Grand Slam- y el segundo de su carrera.
También fue su primera victoria en cuatro enfrentamientos con Kafelnikov, que lo derrotó en febrero en la final de Marsella. "Debo admitir que estoy decepcionado", admitió el ruso.
Kafelnikov, ex ganador de los abiertos de Francia y Australia y actual campeón olímpico, nunca triunfó en un torneo de la serie Masters pese a llegar a cinco finales. En 1996 perdió la final en París ante el sueco Thomas Enqvist. El ruso, de 27 años, ganó Roland Garros ese año.
Grosjean, de 23, se llevó el primer premio de 434.000 dólares y se ubicará en el séptimo puesto de la Carrera de Campeones de la ATP, con lo que tendrá una plaza en la Copa Masters por primera vez.
Kafelnikov ya se había clasificado para esa copa de lujo que se disputará del 12 al 18 de noviembre en Sydney.
Los otros clasificados son los cuatro campeones de torneos del Grand Slam -Andre Agassi, Gustavo Kuerten, Goran Ivanisevic y Lleyton Hewitt-, además de Juan Carlos Ferrero y Patrick Rafter. (AP)
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