Hernán Lascano
Más de la mitad de los temas del show del sábado condensaron una perdurable preocupación spinettiana: la doble raíz del amor como alimento indispensable del alma y, a la vez, como fuente de horror por los estragos de su entidad huidiza. Hace quince años Spinetta se definía como un artista "amatorio". Y planteaba que su obstinación resultaba de una búsqueda -"atormentada desde ya"- en procura de una vida feliz. Esos dos elementos vertebran el riquísimo y lúcido lenguaje personal del Flaco. Aunque Spinetta puede mostrarse devastado por el amor quebrantado también refleja, en su poética, la voluntad de hallar el resquicio por donde evadirse del desamor. Sabe que el fin del amor nos sitúa cerca de la muerte y lo plasma dramáticamente. Pero remarca siempre que hay algo por descubrir adelante. Las últimas cuatro producciones de Spinetta están pobladas por los vaivenes de su vida amorosa. El sábado, pese a mostrarse callado como nunca, la inquietud por la disipación de la persona amada tomó su voz. Desde el arranque, cantando sobre un moog que enmarcaba su voz sombría, instaló sus preguntas del presente. "Por dentro todo es un túnel hacia ti/para qué proseguir/si tú te esconderás" (Tonta luz). "Quizás sea tiempo de morir por ahora/para revivir y así aprender a dar luz/aunque parece que no regresaré" (Perdido en ti), dice en "Los ojos". Un álbum donde el vínculo roto asume imágenes desesperadas: "Estoy despierto y se quiebra la ciudad/la lluvia flota en una llama sin razón" (Ven vení). Con anterioridad había escrito: "Ya que esto no es el paraíso/cómo entenderás/mi amor eterno" (Paraíso). O más atrás, en la época de Privé en 1985, con toda melancolía: "Miles de tormentas asolaron las comarcas/nos quedamos viendo en la ventana aquel amor que fue tan fuerte". No obstante, la herramienta que revela el dolor es usada a la vez para extirparlo. "Canción de amor contra tanta desdicha", volvió a decir en "Mundo arjo", un tema inédito que había estrenado en Rosario en junio de 1985. "Es imposible sólo con la sed/por eso todos nos estamos buscando" (Verdad de las grullas). "Partir volver partir/la congoja del alma errante/que se destruirá/con las gotas de la nada luz/tal vez la flor así/temprano se abre a mí/y nuevos colores mis ojos descubrirán" (La flor). El desamor, en definitiva, existe. Pero no está solo en este jardín de gente.
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