Un hombre murió ayer al capotar el avión que piloteaba en medio de un pastizal con unos veinte centímetros de agua. Una primera evaluación hace suponer que la falta de piso originó el accidente. La víctima fue identificada como Carlos Enrique Fernández Moll, de 69 años, quien partió desde Venado Tuerto para fumigar un lote de trigo en la estancia La Barrancosa, propiedad de la firma Safico. La policía dijo que no hubo testigos directos pero todo hace suponer que el Cesna 188 carreteó unos cien metros eludiendo los charcos que había en la cabecera de la pista, para aterrizar en el pasto. Pero en el lugar había unos 20 centímetros de agua que no eran visibles, por lo que el aparato clavó la hélice y quedó en posición invertida.
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