El concejal radical Jorge Boasso salió ayer al cruce de la resolución aprobada por la comisión de Gobierno. En el proyecto se considera que su actividad como concejal y ejecutor fiscal de la DGI constituye una incompatibilidad moral. Pero el usandizaguista rechazó de plano lo acordado por sus pares e insistió: "Del Concejo y de mi banca me echa sólo la Justicia". Y prendió el ventilador. "Sólo Sergio Liberati y Raúl Lamberto que en el 94 avalaron mi situación laboral pueden juntarse con Evaristo Monti, a quien ellos mismos expulsaron del cuerpo, para ahora todos juntos pedir mi cabeza". Tras enterarse de lo acordado en la comisión de Gobierno, Boasso indicó a La Capital que esa decisión "es fruto del odio y el rencor". Es más, apuntó sus cañones contra los ediles del socialismo y el radicalismo celeste. "Los voy a pulverizar jurídicamente", prometió. Lejos de resignar sus funciones como ejecutor fiscal de la DGI, para continuar de esta forma ocupando su banca en el Concejo, Boasso rechazó cualquier imposición de sus pares y se inclinó, en todo caso, "por una decisión de la Justicia". Para abonar la hipótesis de una conspiración política en su contra, Boasso afirmó que "se ha constituido el Movimiento del Odio y el Rencor Anarquista (sic), el cual es fruto de la aplastante derrota electoral que sufrió el socialismo popular en Rosario". Boasso también se refirió a los nuevos documentos que el Ejecutivo envió ayer al Concejo, a través de los cuales se denuncia el cobro de unos 125 mil pesos en honorarios a la empresa concesionaria de la recolección de residuos 9 de Julio. "Esto es más de lo mismo. Este monto es imposible que lo reciba, porque la DGI fija un monto tope de honorarios que no exceden los 5 mil pesos", explicó para apuntar: "Siguen tirando mierda". Como adelanto, Boasso reveló que ya le ha iniciado una querella criminal a su par radical Daniela León por denuncias en su contra y fustigó a Adriana Taller, a quien acusó de utilizar "la doctrina del proceso militar" para justificar su incompatibilidad.
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