Las autoridades de Pakistán negociaban ayer con extremistas pro talibán para que desbloquearan cuatro sectores de un antiguo Camino de la Seda y les devolvieran el control de un pueblo que tomaron. La Carretera Karakoram -la porción paquistaní del antiguo Camino de la Seda- continuaba bloqueada anoche. Y en la aislada población de Chilas, también en el norte de Pakistán, cientos de paquistaníes protalibán fuertemente armados tomaron las oficinas del gobierno local y una pista de aterrizaje, y exigieron que Pakistán dejara de apoyar los bombardeos norteamericanos en el vecino Afganistán. La carretera de Karakoram, de 1.200 kilómetros, fue construida a lo largo del antiguo Camino de la Seda, que vinculaba el Asia con el Oeste y conecta Pakistán con Kashgar, en la región china noroccidental de Xinjiang. Es un importante vínculo entre Pakistán y China, aunque los chinos virtualmente la clausuraron tras los ataques terroristas del 11 de septiembre en Estados Unidos.
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