Washington. - Fuerzas especiales del Pentágono están adiestrándose para una misión de alto riesgo, que es la de entrar en posesión de las cabezas nucleares de Pakistán si el régimen del presidente Pervez Musharraf cayera. La fragilidad del apoyo interno para Musharraf preocupa a Washington, pues una caída del régimen del general pondría a Estados Unidos en una situación difícil. En particular, preocupa la actitud de los servicios secretos de Pakistán (ISI) desde siempre vinculados con los talibanes. En el frente bélico, Estados Unidos continuó bombardeando territorio afgano y el Pentágono admitió que evalúa instalar en Afganistán una base para brindar logística a sus fuerzas especiales en una inminente etapa de guerra terrestre. Pero Washington está preocupado por lo que sucede en el frente paquistaní. Según reveló el semanario New Yorker, lo que se teme, en rigor, es que la caída de Musharraf pueda ir acompañada del intento de distintas facciones vinculadas con los talibanes de los servicios secretos paquistaníes de obtener el control de algunas de las 24 cabezas nucleares actualmente en poder de Pakistán. Las fuerzas especiales norteamericanas se están adiestrando, desde hace tiempo, para actuar con la máxima rapidez frente a esa eventualidad, junto a un grupo de élite antiterrorismo israelí, la famosa Unidad 262, que habría enviado a algunos miembros a Estados Unidos para su adiestramiento. El semanario New Yorker habría obtenido de un oficial del Pentágono la confirmación de que las fuerzas especiales norteamericanas están preparando una operación para tener en su poder las cabezas nucleares paquistaníes. Pakistán posee misiles de radio medio y cazabombarderos F-16 que podría utilizar para hacer llegar a destino las cabezas nucleares. Entre los objetivos posibles de los "renegados" de la inteligencia paquistaní están la India y los cuatro portaaviones norteamericanos que se encuentran en aguas de Pakistán. Son los mismos portaviones desde los cuales habría sido lanzada la difícil misión de las fuerzas especiales si fuera necesario proteger las cabezas nucleares paquistaníes. El presidente paquistaní se reunió ayer con el comandante de las fuerzas estadounidenses en la región, general Tommy Franks, para tratar la campaña militar contra Afganistán, tras la muerte de varios civiles afganos en los bombardeos. La entrevista entre el general estadounidense y el mandatario paquistaní constituyó la reunión militar de más alto nivel entre ambos países desde el inicio de los bombardeos, tras los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y Washington. En el escenario bélico, Estados Unidos bombardeó ayer cuevas y túneles en el este afgano donde cree que podría estar escondido Osama Bin Laden y consideró establecer una base para operaciones de comandos en el norte del montañoso país centroasiático. Pero no hubo ningún indicio de que 23 días de intensos bombardeos hayan minado el poder del gobernante movimiento talibán que protege a Bin Laden, principal blanco de la guerra contra el terrorismo declarada por EEUU. La aviación estadounidense atacó una red de cuevas y túneles conocida como escondite del militante musulmán de origen saudita y su red guerrillera Al Qaeda. Aparentemente frustrado con el avance lento de la campaña militar contra los talibanes y el creciente número de víctimas civiles, el Pentágono expresó que está considerando establecer una base dentro de Afganistán para apoyar a la opositora Alianza del Norte que lucha por derrocar al régimen talibán. "Sin duda esa es una de las cosas que estamos considerando. Estamos hablando con la Alianza del Norte sobre las maneras en que podemos ayudarlos", aseguró un funcionario de alto nivel del Pentágono, que pidió reserva. La fuente declinó dar más detalles, pero el diario USA Today informó que el Pentágono está evaluando establecer una base de avanzada, posiblemente en el norte de Afganistán, para reforzar a los opositores armados que intentan capturar la estratégica ciudad de Mazar-i-Sharif. El matutino expresó, citando a fuentes militares, que la base en Afganistán sería operada por 600 soldados estadounidenses que brindarán alimentos, atención médica y apoyo logístico para unos 200 a 300 comandos especiales en sus incursiones. La base sería usada para ataques con helicópteros, dijo USA Today. El Pentágono informó que decenas de bombardeos realizados el domingo tuvieron como blanco las tropas de los talibanes que se enfrentan a las fuerzas opositoras cerca de Mazar-i-Sharif, Jalalabad y Kabul, la capital afgana. (Ansa, DPA y Reuters)
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