Las elecciones legislativas abrieron un nuevo debate sobre la economía argentina entre las distintas líneas de pensamiento que se adjudican la interpretación del mensaje de las urnas con un único punto de contacto, la necesidad de reactivar la economía, pero sin coincidencias respecto del mejor camino para alcanzar ese objetivo. La contradicción, que se expresó el domingo en los discursos de los candidatos y se extendió ayer a los analistas económicos, tiene como eje fundamental el debate respecto de la política de recorte de gastos y déficit fiscal cero que impulsa el gobierno. Economistas ortodoxos, como Roberto Alemann, aseguraron ayer que la expresión de las urnas refleja una clara crítica a la clase política y al método de la "lista sábana", pero de ninguna manera un rechazo hacia la convertibilidad o el déficit cero. Alemann señaló que "el voto en blanco o impugnado es un claro mensaje de la gente contra la lista sábana", aunque no en rechazo del "déficit cero, la renegociación de la deuda pública y el ajuste", porque "ninguno de los partidos que triunfaron el domingo están en contra de estos tres puntos". Sin embargo, no todos están tan convencidos de esa realidad. De hecho, uno de los principales triunfadores, el electo senador por la provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde, tiene una interpretación opuesta del mensaje de las urnas. "Hay mucho escepticismo", admitió Duhalde antes de afirmar que el modelo económico recibió un ultimátum "en las urnas". Sin embargo, el justicialista bonaerense aclaró que no hay que creer "que es fácil cambiar el modelo, que hay una solución mágica; que con una, dos o tres medidas se va a cambiar". "A mi criterio, primero tenemos que plantearnos la idea en la cual ordenemos todo el pensamiento, fundamentalmente con lo que yo llamo la comunidad productiva, que tendrá que desplazar a la comunidad financiera del centro de las decisiones", agregó. En los últimos días, Duhalde se reconoció admirador del flamante premio Nobel de economía, el ex economista jefe del Banco Mundial, Joseph Stiglitz, quien abandonó la entidad por su rechazo a las políticas de ajuste del Fondo Monetario Internacional (FMI). El presidente de la Unión Industrial (UIA), José Ignacio de Mendiguren, dijo que está "convencido de que la salida de la Argentina de la profunda crisis en la que está inmersa pasa por un cambio de plan económico, que sea sustentable tanto económica como socialmente, tanto en el nivel interno como externo". Por su parte, otro triunfador, Rodolfo Terragno, aseveró que los legisladores de su lista (Alianza) rechazarán cualquier iniciativa que pretende prorrogar o crear nuevos poderes especiales para el Poder Ejecutivo. El senador electo, consideró que "no es así cómo se equilibran las cuentas fiscales, porque vamos degradando cada vez más la economía con una precisión de lograr un ficticio déficit cero". "Creo en el equilibrio fiscal pero no se logra recortando la capacidad de compra de la gente que provoca una recesión mayor y después se asombran que cae la recaudación impositiva y necesitan nuevos recortes. Es una insensatez", fustigó Terragno. Desde la vereda de enfrente, el ex titular de la Bolsa de Comercio, Julio Macchi, advirtió que "es muy poco lo que pueden cambiar" los resultados de los comicios, y agregó que "hay que esperar las medidas del gobierno, pero la Argentina está muy ajustada, tiene muy poco margen, lamentablemente tiene cortado el crédito, por lo que tiene muy pocas opciones", expresó. Dentro de esas opciones, Macchi dijo que en su opinión "está el déficit fiscal cero, que es lo que hay que cumplir". La línea de la crítica a la clase política pero no al programa económico es la que más adeptos consigue entre los representantes del sistema financiero, tanto aquí como en Wall Street, a la hora de explicar la voluntad popular. Walter Molano, economista de BCP Securities y uno de los más reconocidos analistas de la situación argentina en Wall Street, está convencido que "la población está frustrada con el sistema político, con el dominio de las maquinarias políticas". "Creo que los resultados serán favorables para el gobierno del presidente Fernando de la Rúa porque los candidatos no recibieron un mandato claro y nadie debe interpretar los resultados como un cambio de rumbo" económico, aseveró Molano. Así las cosas, todos los ojos están puestos ahora en el Ministerio de Economía, donde Domingo Cavallo cavila las medidas que anunciará en las próximas horas. Las nuevas medidas tendrían ingredientes que pretenden dejar contentos a unos y a otros: reducción de impuestos, canje de deuda para bajar las tasas de interés y cumplimiento del déficit cero.
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