Los padres del futuro bebé "de diseño" acordaron con el diario The Guardian mantener oculta sus identidades pero decidieron difundir dónde, cómo y por qué llevaron adelante la particular fecundación in vitro para que otra gente pueda someterse a los mismos tratamientos ante circunstancias similares. Ellos -explicaron- se enteraron de la posibilidad de tener un bebé inmunológicamente igual a su hijo enfermo luego de que leyeron el caso de la familia norteamericana Nash, que para salvar a una niña que moría irremediablemente de un extraño mal decidió procrear otro hijo genéticamente compatible para realizarle un trasplante de médula.
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