Furioso todavía por el gol con la mano de Mauricio Pochettino, José Luis Chilavert pidió ayer la designación de árbitros detrás de los arcos en los partidos de las eliminatorias del Mundial. Sostuvo que ello es necesario "para controlar mejor las infracciones que se cometen, como el gol convertido con la mano por Mauricio Pochettino", en el partido que Paraguay y Argentina igualaron 2 a 2 el domingo. El defensor argentino selló un transitorio 1 a 1 al ir a buscar un tiro de esquina. El árbitro pensó que le dio al balón con la cabeza, pero por televisión se comprobó que fue con una mano, como afirma Chilavert. "El árbitro peruano Gilberto Hidalgo se tragó la falta de Pochettino y cuando le dije, jurándole por mi hija Anahí, que fue con la mano, me respondió: «Honestamente, no vi la jugada»", relató el arquero poco antes de embarcarse de vuelta hacia Francia para reincorporarse a Racing de Estrasburgo, equipo de la segunda división. Y el capitán paraguayo agregó: "Este tipo de errores le puedo costar a un equipo la clasificación a un Mundial. Además, es reiterativa la equivocación de los árbitros. El 15 de agosto pasado en Porto Alegre, en el partido con Brasil, de un córner, Rivaldo le pegó con la mano a la pelota que rebotó en el palo y en la tercera jugada llegó el gol brasileño sin que el árbitro alemán Helmut Krug lo haya visto". Finalmente, Chilavert, de 35 años, que el domingo llegó al gol número 62 de su carrera, se mostró reflexivo al señalar: "Quisiera que algún médico encontrara alguna vitamina milagrosa o hiciera algo para inyectarnos y así seguir viviendo con juventud y fuerza por otra generación para seguir jugando al fútbol en alto nivel. Es una lástima para Paraguay que este equipo de grandes figuras, probablemente, para el siguiente Mundial ya no estará en línea de competencia". (AP)
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