El ministro de Hacienda de Santa Fe, Juan Carlos Mercier, advirtió que los conflictos pendientes entre la Nación y las provincias no crean un escenario conflicto para discutir una nueva ley de coparticipación. Subrayó en ese sentido que sólo a través de una imposición el gobierno nacional podrá cumplir con el compromiso asumido con el FMI de acordar un nuevo régimen federal antes de fin de año. No obstante, aseguró que los técnicos de las provincias están trabajando en el diseño de una nueva relación fiscal entre el Estado central y el interior, y dejó en claro los principales objetivos santafesinos en esta discusión: la ampliación de la masa coparticipable, evitando los impuestos de asignaciones específicas, y las regalías por el deterioro del recurso suelo para los distritos pampeanos. -¿Cómo se posiciona Santa Fe para discutir una nueva coparticipación? -Yo le planteé a Cavallo la preocupación porque no se está dando un escenario de normalización de la relación entre el Estado nacional y las provincias, previo a la discusión de un nuevo régimen de coparticipación. Antes de empezar a negociar ese tema hay que evitar que esté en tela de juicio lo que se va a discutir. Hay un conjunto de cuestiones litigiosas muy grandes entre las provincias y el gobierno nacional. En la Comisión Federal de Impuestos hay temas en juego por muchos millones de pesos, que deberían dirimirse previamente a cualquier negociación. -O sea que primero hay que pasar en limpio las deudas -Exacto. Porque la generación de nuevas deudas va trayendo nuevos conflictos. -¿La idea de Cavallo no es precisamente licuar estas deudas en una nueva negociación? -Se lo voy a decir con toda franqueza. Como en todas estas situaciones la única deudora es la Nación, salvo algún caso puntual, nosotros sabemos que no nos vamos a sentar en una mesa para cobrar el ciento por ciento. Todas las provincias estaríamos dispuestas a aceptar una cancelación con quita de esa deuda y en forma documentada, no en efectivo. Lo que agrava la situación es la deuda de los últimos meses ya que se trata de dinero corriente y pone en insolvencia a los Estados locales. Este no es el escenario que va a permitir avanzar en una nueva ley de coparticipación, que es muy compleja y que además siempre se ha dado, y este es el otro gran tema, como producto de grandes crisis. Esto ocurrió en 1890 y en 1930, y es lo que está ocurriendo hoy. -¿En qué estado se encuentra la discusión técnica sobre coparticipación? -La Comisión Federal de Impuestos creó un subcomité de coparticipación que está en tarea casi permanente desde hace dos años. Se han analizado y se analizan todas las iniciativas que hay en el ámbito legislativo nacional, las provincias, los estudios de fundaciones y universidades. Se evaluaron todas las posibilidades y además crearon unidades temáticas para elaborar con mayor profundidad y rigor cada uno de esos temas. Por ejemplo, cuál es la masa coparticipable, cuáles son los prorrateadores, cuáles son o serán los organismos que administrarán el sistema. Todas cosas que, cada una, dan origen a un debate técnico muy profundo. Después cada provincia, a partir de esos estudios, trae su planteo. La coparticipación tiene un régimen legislativo único en la Constitución, que exige un pacto de los gobernadores con el gobierno nacional, el tratamiento en el Congreso con mayorías especiales y la ratificación de las Legislaturas provinciales. Hacer esta tarea cuando los Estados locales están yendo a la Justicia, es muy difícil. Los técnicos estamos haciendo la tarea. Hace varios meses Santa Fe elevó un documento. -¿Cuáles son los puntos principales? -Queremos que la masa coparticipable sea lo más amplia posible. Es decir, que se evite la asignación de recursos específicos, porque este es un camino a través del cual históricamente, y el ejemplo más reciente es el del impuesto al cheque, el Estado nacional se va apropiando de recursos y menguando la masa coparticipable. El otro tema es que entre los prorrateadores que se utilizan pretendemos insertar algo novedoso, que tiene que ver con lo que nuestro gobernador denominó en algún momento como la regalía de la soja. En el caso de recursos como el petróleo, el gas o la energía hidráulica, se beneficia el Estado federal y, puntualmente, el local. Las provincias pampeanas tenemos una gama de productos del agro muy importantes que deterioran el suelo, o que no lo deterioran pero partir de un gran proceso conservacionista y de inversión. Y cuando ese producto es exportado y genera rentas, a la provincia le ocasiona un doble perjuicio fiscal. Por un lado, la provincia no puede cobrar ningún gravamen y, por otro, los recursos aduaneros pasan totalmente a manos del Tesoro nacional. Entonces queremos ver reflejado este fenómeno entre los prorrateadores que se van a utilizar. -En los últimos años, el ingreso se concentró más en Buenos Aires. ¿Esto afecta el reparto de impuestos? -Entre los prorrateadores hay mucho que discutir. Existen en la actualidad coeficientes que son redistribuidores de la riqueza, y habrá que potenciarlos. Hay prorrateadores, actualmente, que tienen encuentra la mayor o menor concentración poblacional o la mayor o menor concentración de la riqueza. Si la riqueza se ha concentrado más en algún lugar, habrá que trabajar con esos coeficientes para tratar de revertirlo. -Con este panorama, es poco factible que se consensúe una ley de coparticipación antes de fin de año. -El compromiso del gobierno con el Fondo Monetario es tener antes de fin de año un nuevo régimen de coparticipación. Pero tendría que modificarse mucho el escenario actual para ello ocurra. O será una imposición, que es la variante. S.C.
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