Riad. - Estados Unidos debe resolver, antes de atacar en la guerra contra el terrorismo, el problema de las bases en Arabia Saudita y Asia Central. La misión del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, decidida de urgencia y ya en curso, debe determinar justamente la disponibilidad de puntos de apoyo en torno al Golfo Pérsico y junto a los confines de Afganistán, lo más cerca posible de los presuntos santuarios de Osama Bin Laden y su red Al-Qaeda. El secretario de Defensa llegó ayer a Arabia Saudita para discutir la campaña de Washington contra el terrorismo con su aliado más poderoso en el Golfo, expresó la embajada estadounidense en la capital saudita. Rumsfeld, quien también planea una visita a Egipto, Omán y posiblemente a Uzbekistán, expresó poco antes de llegar al reino saudita que no presentará el delicado asunto del posible uso de las bases aéreas de ese país para que aviones estadounidenses lancen ataques contra Afganistán. "No vamos a hacer pedidos al gobierno saudita. Tenemos una larga relación con ellos", dijo Rumsfeld. "Somos respetuosos de las circunstancias de los países en la región, entendemos eso", expresó el secretario de Defensa, una figura clave en la declarada guerra de Washington contra el terrorismo, tras los ataques del 11 de septiembre. Rumsfeld no hizo declaraciones a su llegada a Arabia Saudita. Su portavoz, Victoria Clarke, dijo a la prensa que él "hablaría sobre la campaña contra el terrorismo y haría consultas a los más altos niveles". Respondiendo a una pregunta sobre si los ataques contra los talibanes eran inevitables, Rumsfeld dijo: "Creo que el tiempo lo dirá". El secretario de Defensa también expresó su simpatía por el pueblo afgano. "He estado mirando una fotografía aérea de Afganistán y es conmovedora. Uno puede ver cientos y cientos de personas caminando en la tierra árida, golpeada por la sequía, tratando de hallar comida. Es una situación trágica. Donde nos encontramos ahora no tiene nada que ver con el pueblo afgano", expresó. Rumsfeld expresó que Estados Unidos tenía indicios sobre el paradero de Bin Laden, pero no una ubicación exacta, y agregó que al final serían los servicios de inteligencia, y no las acciones militares, los que acabarían con las redes terroristas. "Va a ser una información de alguna persona en algún país, que ha sido reprimida por un régimen dictatorial que ha estado patrocinando una organización terrorista, quien va a ofrecer el tipo de información que nos permitirá exterminar a esa red de raíz", dijo.
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