Año CXXXIV
 Nº 49.254
Rosario,
domingo  30 de
septiembre de 2001
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La salida comunitaria
Especialistas y funcionarios públicos analizan otras opciones de salvación

La propuesta de los empleados del Tigre, aunque apunta a privilegiar el compre regional y la vinculación con firmas proveedoras locales. En rigor, no podrá quedar ajeno a las reglas de juego que imperan en el sector del comercio minorista de alimentos, en un escenario en el cual cada día es más difícil conseguir crédito y son duras las condiciones a la hora de pedir garantías.
Por esa razón, los analistas de empresas consideran que para encarar un proyecto de este tipo "es necesaria una inyección de capital" que permitan operar como "avales o garantías suficientes frente a la exigencia de los proveedores".
En función de esta situación y si no llega a prosperar la idea de una sociedad del Estado que propiciaban los trabajadores inicialmente, o la Justicia se niega a cualquier salida cooperativa y liquida los bienes, las alternativas no estarían agotadas.
Así lo manifestó el director del departamento de política de empresa de la Universidad Austral, Pablo del Castillo, quien indicó que si no llega a concretarse la propuesta planteada por los trabajadores ellos también "podrían solicitar como deudores la posibilidad de quedarse con la marca Tigre, formar una cooperativa y luego dividirse en tres o cuatro grupos para abrir locales más chiquitos, aprovechando también la maquinaria".
A la hora de arriesgar algunas propuestas Del Castillo indicó que esta metodología de "tigrecitos" como denomina a varios locales más chicos diseminados, podrían tener una política de conjunto para la compra y provisión de mercadería pero serían independientes en su funcionamiento.

Cooperativa v. sociedad del Estado
El secretario de la Producción municipal, Angel Elías, arriesgó otra alternativa. Para el funcionario, conformar una cooperativa es "una salida mucho más rápida y tampoco está ajena la participación oficial ya que la forma jurídica de cooperativa contempla la posibilidad de recibir aportes del Estado". En cambio, una sociedad del Estado "requiere un análisis mucho más detallado y es de una complejidad mayor", aclaró.
Como ejemplo de la celeridad de la operatoria cooperativa citó el caso de la carrocera DIC que está administrada por su trabajadores y bajo esa figura recibió aportes de la Secretaría Pyme de la Nación (Sepyme), que actualmente le arrenda el local de la fábrica y de otros fondos de asistencia financiera de programas oficiales y de entidades no gubernamentales. Sin embargo aclaró: "No nos encasillamos en nada y por eso formamos esta comisión para estudiar en conjunto el caso, a la que invitamos a participar además a la Sepyme y al gobierno de Santa Fe".


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