El Pequi De Bruno caminaba apurado con su bolso a cuestas, en medio de la gente que poblaba el pandemonio de la salida de los diminutos vestuarios de la vieja cancha de Estudiantes. A pesar de la bronca propia de la derrota y de su expulsión en el final, Luciano De Bruno se paró a hablar con Ovacion a mitad de camino hacia el colectivo que devolvió a la delegación a Rosario.
-Mariano González hizo dos faltas y lo echaron. Y vos cometiste tres en el segundo tiempo y también te expulsaron. ¿Eso es por falta de experiencia?
-No, falta de experiencia no, creo que ansiedad por jugar. Hacía mucho tiempo que no jugaba. No sé si es falta de experiencia, la ansiedad que tenía por jugar hizo que me pusiera nervioso porque hacía mucho tiempo que no jugaba. Trataba de agarrar la pelota, de tenerla, de ir siempre para adelante y eso me jugó en contra. Ahora me quedo afuera del próximo partido.
-Hablando de lo bueno, le cambiaste la cara al equipo cuando entraste en el segundo tiempo, tuvieron los mejores minutos de fútbol.
-Sí, jugar con un enganche obligó a Estudiantes a tirarse un poco más atrás y me dio la posibilidad de agarrar la pelota e ir siempre hacia delante. Y ahí creo que vinieron todas las situaciones de gol, tuvimos cuatro o cinco claritas, que por mala suerte no pudimos convertir.
-¿A veces pecan de inocentes? A vos te agarraron Zapata y Testa y te mataron a patadas. Y a vos te echaron por tres faltas.
-Eso fue lo que le dije: "A mí me estás echando bien, pero no sacaste una amarilla ni cuando Pieters me metió un cachetazo en la cara, y me manchó con sangre que le salía de la cabeza, y no le dijiste nada".
-Fue un partido raro porque pudieron comerse una goleada y Tombolini fue la figura, pero también pegaron tres tiros en los palos y pudieron haber empatado.
-Para mí fue un tiempo para cada uno. En el primero Estudiantes sin hacer mucho nos metió en un arco y en el segundo tuvo situaciones de contraataque, porque la mayor parte manejamos la pelota nosotros.
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La Ciudad
