Otra crisis en el Mercosur. La decisión de Brasil de modificar los stándares del trigo tanto para el mercado interno como para el proveniente del exterior podría asestar un duro golpe a las exportaciones argentinas del cereal. La disposición, que prevé un cambio de zaranda con agujeros más grandes, bajaría un escalón en la calidad de los granos y por ende, reduciría los precios para los granos que ingresen al vecino país, lo que le costaría a los productores argentinos más de 25 millones de dólares.
La disposición, que el principal socio del Mercosur tomó en forma sorpresiva y unilateral a menos de 30 días de comenzar la cosecha en la Argentina, prevé varios cambios. Entre los que más afectan la comercialización se encuentra el cambio de zaranda, conocida como americana, que posee agujeros más anchos y largos y descarta granos que actualmente son tomados dentro del stándard, produciendo así una mayor cantidad de chuzos, triguillo y quebrado.
Esto produciría que el trigo de calidad 1 ó 2 pase a grado 3 ó fuera de stándard.
Otro de los aspectos de la normativa dispuesta por Brasil es el cambio en la recepción en destino en cuanto a calidad, que pasaría a estar a cargo de personal del gobierno brasileño. De este modo, las controladoras perderían su actual posición y los exportadores locales su capacidad para negociar ante las diferencia de calidad de los granos.
Aunque con menor incidencia en el aspecto comercial, la normativa también incluye cambios en los stándares de humedad de los granos, que pasaría de un nivel de 14 por ciento a 13 por ciento, y una modificación en el nivel de materias extrañas o impurezas.
La situación es muy compleja para la Argentina, que provee alrededor del 80 por ciento del trigo que Brasil importa y representa cerca del 70 por ciento de su saldo exportable.
Frente a esto, los exportadores argentinos tendrán que poner en una balanza los pro y los contra de vender su producción al vecino país, especialmente si se tiene en cuenta que no es nada sencillo colocar en el mercado externo entre 6,5 y 7 millones de toneladas de cereal, lo que actualmente le vende la Argentina a Brasil.
Materias pendientes
En medio de una nueva disputa que en estos días tiene como protagonistas a Brasil y la Argentina a raíz de la política cambiaria brasileña, las medidas sobre los stándares del trigo parecen ser la gota que rebasa el vaso.
En rigor, Brasil se encuentra en falta con la Argentina por el incumplimiento del compromiso de derogar el decreto que obligaba a poseer un certificado de mercadería libre de aftosa a los productos que ingresaba a Brasil. A partir de dictámenes de organismos internacionales como la Organización Internacional de Epizootias (OIE) que dictaminaron que los granos no son transmisores de la enfermedad, se le pidió a Brasil que derogue su resolución, cosa que hasta la actualidad no realizó y que sigue resultando una amenaza para el sector exportador.