River perdió el tren en Santa Fe. Si bien no jugó bien como en las dos primeras fechas, el empate en un gol ante Unión le sonó a demasiado poco al conjunto de Ramón Díaz, que cedió la punta a manos del sorpresivo Belgrano. El empate fue el resultado que mejor le quedó a un encuentro que fue flojo, sin figuras estelares (un poquito de Ortega, algunas atajadas de Fernández y la solidez de Yepes en el complemento) y que no dejó conforme a ninguno de los equipos. El partido también tuvo un póker de expulsados por Héctor Baldassi. Tres justos, Rodrigo Braña y Daniel Tilger en el local y Matías Lequi en la visita. Y un injusto: Celso Ayala. Empezó mucho mejor River. Fue dinámico desde Ortega, sólido en la marca con Pereyra y atento en el fondo con Yepes y Ayala. Desde allí tuvo las mejores situaciones en aquel comienzo que entusiasmó a los millonarios. Mucho tuvo que ver Leo Fernández para que River no abriese el marcador. Apenas iniciado el partido le tapó un tiro desde la media luna a Cambiasso, poco después cubrió un mano a mano con Cardetti y además se anticipó a Escudero tras una pifia de Ortiz. Pero en el minuto quince se lució en serio. Ortega, malabar mediante, dejó sólo a Cardetti en el punto del penal y Fernández tapó una volea espectacular. La imagen arrasadora de River se fue desdibujando a medida que Unión ajustó sus marcas en el medio y, al final, el que dominó las acciones fue el local. A los tatengues les faltó la claridad que sí tuvo River en los últimos metros, aunque en el último cuarto de hora con centros, es cierto, los de Madelón le complicaron la existencia a River. Primero, casi en la media hora, un cabezazo de Tilger, solo con Lombardi a dos metros como su marca, fue sacado por Comizzo por sobre el travesaño. A los 41' tembló River. Más específicamente el palo izquierdo de Comizzo, que sólo pudo mirar la media vuelta de Emannuel Ruiz ante una mal rechazo de Lombardi. El problema de River fue que sólo tuvo ideas cuando la pelota pasó por Ortega, ya que Cambiasso -no fue enganche ni carrilero-, Coudet y Cardetti hicieron poco y nada. En el complemento, apenas empezado, Unión cambió los planes de los unos y los otros con un brillante cabezazo del Pelado San Martín que se anticipó a Escudero para clavarla en un ángulo de Comizzo. De allí en más, el conjunto santafesino se refugió en su campo y le cedió todas las obligaciones a River, que careció de ideas a la hora de atacar. La cosa estaba fea para River. No había creado una sola situación de gol hasta que la espectacular chilena de Cambiasso (salió mal el arquero y no apuró Wernly) sacudió a los hinchas millonarios y mejoró un poco el humor del Pelado.
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