Britney Spears exigió una escolta policial permanente y una costosa línea telefónica exclusiva entre su habitación y los camerinos durante la gira de dos días que realizará el mes próximo en Australia. En el contrato de la cantante se incluye una cláusula por la que el promotor deberá pagar una multa de 5.000 dólares si se hace público el número telefónico de la línea exigida por la artista. La demanda se debe a que Eminem consiguió el número privado de la cantante y alentó a sus seguidores a insultarla por teléfono.
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