Año CXXXIV
 Nº 49.224
Rosario,
jueves  30 de
agosto de 2001
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Una joven prostituta denuncia lesiones en confuso incidente
Dice que fue atacada en represalia por una presentación previa ante la Justicia

Paola Irurtia

Una joven trabajadora sexual denunció a tres agentes del Comando Radioeléctrico por haberla golpeado brutalmente la medianoche del jueves pasado frente al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez y ante la presencia de numerosos testigos que esperaban para pedir un turno en el lugar. La mujer aseguró que la golpiza fue en represalia por una presentación que radicó el pasado 6 de agosto contra dos de los efectivos a los que acusó entonces de haberla golpeado por negarse a pagar una coima.
La denunciante, identificada como Daniela y de 24 años, está representada por los abogados Pablo Melvin y Francisco Broglia, quienes iniciaron una demanda por lesiones y amenazas contra el sargento Irineo Fretes, el agente Abel Sotelo y otro oficial de apellido Altamirano. También cuentan con el aval de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, de la cual una de sus miembros, Blanca Peñaloza, acompañó la presentación de la mujer en Tribunales.
Por su parte, los efectivos denunciados dieron otra versión de los hechos. Indicaron que la mujer estaba provista de una sevillana y que los amenazó con el arma, por lo que se inició una causa por resistencia calificada a la autoridad. Los agentes sostuvieron que la denunciante se autolesionó dándose golpes contra el patrullero.
A casi una semana del hecho, Daniela aún tiene huellas visibles de los golpes que recibió en las piernas, ingle, nalgas y brazos. Otras marcas en uno de los pómulos de la cara y el labio quedaron registradas en el informe que realizó el médico forense cuando la mujer radicó su presentación en el Juzgado de Instrucción de la 9ª nominación, a cargo de Carlos Carbone.
Daniela sostuvo que la persecución policial comenzó cuando ella se negó a pagarle a dos suboficiales, identificados como el sargento Irineo Fretes y el agente Abel Sotelo, que la detuvieron cuando se encontraba con un cliente el pasado 6 de agosto. En esa oportunidad, dijo que los agentes le exigieron dinero y ante su negativa, la golpearon. Por ese motivo, realizó una denuncia en la comisaría 5ª.
Daniela contó que la medianoche del jueves pasado, al salir con un cliente de un hotel ubicado en Mitre y Garay, "dimos vuelta la esquina y ahí me reconocieron los dos policías que había denunciado hace dos semanas". Según indicó, los agentes detuvieron el auto, la sacaron violentamente y comenzaron a insultarla y agredirla por "haber denunciado a policías".
"Me tiraron del pelo, comenzaron a arrastrarme y darme patadas en la cara y el cuerpo", señaló la mujer. Su miedo aumentó cuando uno de los oficiales la amenazó con matarla, lo que le ocasionó una crisis de nervios y llanto desesperado. Y señaló que pudo comenzar a calmarse cuando otro oficial, que no pudo identificar, le aseguró que no le pasaría nada y que él mismo la acompañaría hasta la seccional. También remarcó que en la comisaría 5ª, donde permaneció detenida unas 12 horas, la trataron correctamente.
"Tengo marcas en todo el cuerpo. Es imposible que me haya podido golpear yo sola, y con tanta violencia, en todos esas partes", indicó la chica.
La mujer explicó que cuando la sacaron del vehículo de su cliente, los policías se llevaron su cartera, con la que se reencontró al llegar a la seccional junto al arma que le adjudicaron y que no era de ella.
Por otra parte, los abogados remarcaron la "inverosímil" declaración del cliente de Daniela. "El hombre dijo que había detenido el auto en ese lugar porque la mujer le pidió auxilio por medio de señas y al acercarse le ofreció tener sexo a cambio de dinero", indicaron. Señalaron que el hombre, domiciliado en Máximo Paz, avaló la versión policial "porque es un hombre casado y lo amenazaron con contarle la situación a su esposa".
Los abogados de Daniela indicaron que la fiscal Adriana Camporini ordenó un reconocimiento fotográfico de los policías acusados, sobre todo uno de ellos, de apellido Altamirano, "ya que su actuación no quedó registrada en el acta de procedimiento", indicaron. Según el testimonio de Daniela, fueron el sargento Fretes y Altamirano quienes más la golpearon y de quienes surgieron nuevas amenazas para ella y las compañeras que trabajan en la misma zona.
La mujer, que tiene dos hijos de 3 y 9 años, señaló que la prostitución es su único medio de vida. A pesar de eso, desde el día en que fue agredida no volvió a trabajar por temor a encontrarse en una situación similar, por lo que en este momento no cuenta con medios para sostener a su familia.



El abogado señala un golpe en la pierna de la trabajadora.
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