Belgrano se convirtió ayer transitoriamente en el único puntero del Apertura tras vencer como visitante a Vélez Sarsfield por 1 a 0, en un cotejo por la tercera fecha del torneo. El gol del delantero Mauro Obolo, a los 7 minutos del primer tiempo, no sólo dejó al equipo cordobés en la cima del Apertura, sino que también le permitió sumar tres puntos de oro en la lucha que mantiene con Banfield, Nueva Chicago, Racing Club y Argentinos Juniors por mantener la categoría. Belgrano, que cosechó su sexta victoria consecutiva (ganó en las últimas tres del Clausura pasado y en las tres primeras del presente Apertura), se puso en ventaja ni bien empezó el partido y después se apoyó en la seguridad de su arquero Juan Carlos Olave y la sobria tarea de la defensa, para llevarse un triunfo importante del estadio José Amalfitani. El único gol del encuentro se originó después de una falla conjunta de los defensores Eduardo Domínguez y Sebastián Méndez y el arquero Bernardo Leyenda, quienes le permitieron a Obolo poner la apertura del marcador con un cabezazo. Luego, Vélez manejó la pelota en el mediocampo, pero le faltó claridad en los metros finales para llegar al empate. Sin embargo, en su única chance para convertir, el enganche Patricio Camps, a los 41 minutos, tuvo el empate, pero su remate se estrelló en el palo izquierdo de Olave. Lo de Belgrano fue simple. No falló en defensa, hizo circular la pelota en la mitad de la cancha -se destacó Mario Grana- y Obolo aguantó solo arriba. Con eso les bastó a los dirigidos por Carlos Ramacciotti para llevarse la victoria. En el segundo tiempo, el desarrollo no varió demasiado, pues Vélez atacó sin ideas una y otra vez, mientras Belgrano se defendió con uñas y dientes. Cuando el partido se extinguía Eduardo Domínguez, primero, y Darío Husaín, después, tampoco pudieron vencer a Olave y los piratas festejaron en Liniers su notable invicto, que no sólo lo mantiene bien arriba con 9 puntos, sino que también le permite aumentar su sueño de quedarse en primera. Los de Liniers fueron la contracara de la realidad pirata. Desde los amenazantes cánticos de la popular que rezaban "La camiseta de Vélez la tienen que traspirar...", hasta el coro de silbidos en que se fue envuelto el técnico, quien parece tener los días contados al frente del equipo profesional.
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