Muchas veces se ha visto ingresar a los equipos con sus mascotas. Generalmente, son los hijos de los jugadores que cumplen con el sueño de entrar a una cancha vestidos de futbolistas y saludan a la hinchada. Pero ayer ocurrió algo insólito. Claudio Ubeda, capitán de Racing, entró a la cancha con su hija de pocos meses en sus brazos. El defensor, tal vez, cumplió de esta manera su anhelo de fotografiarse en el Gigante, pero la nena tuvo que soportar el intenso frío.