Javier Parenti
Las sociedades son muy importantes en los distintos esquemas. Ya sean ofensivas o defensivas, deben aparecer durante la mayor parte del desarrollo del partido para que el éxito se concrete. Pero en Central todavía no están bien conformadas. Hay intenciones pero con eso no alcanza. Sobre todo en el armado del juego en función de ataque, porque Vitamina Sánchez recién está queriendo reencontrarse para parecerse a aquel que brilló en sociedad con el Kily González. Porque Erroz no tiene las características futbolísticas para cumplir la función más ofensiva que le pide el técnico, pese a que se esfuerza al máximo. Porque Vespa tampoco puede hacerlo. Porque Arias tienen que jugar bien abierto para aprovechar su velocidad. Porque Pizzi no puede dejar de habitar el área rival, que es en el lugar en el que tiene que recibir la pelota para que se sienta olor a gol. En cambio, las sociedades defensivas sí aparecen algo más firmes porque el equipo está más atento a la recuperación (al menos de visitante), cerrando hacia atrás para mantener cuatro defensores y sumar al Negro Quinteros cuando es necesario. Sin embargo hay falencias y el sábado dijeron presente para dejar al canalla con las manos vacías. Central se animaba, con más intenciones que fútbol, pero se descuidaba al no encimar a los conductores del bicho de La Paternal (Insúa y Cordone) y ahí estuvo su error. Volumen de juego ofensivo y atención son dos de los puntos en los que más deberá trabajar Juan José López. Por un lado necesita recuperar intérpretes como Arriola, Correa o De Bruno para que se puedan asociar a Vitamina. Por el otro deberá elaborar con paciencia el sistema defensivo con los nuevos y jóvenes integrantes (Cetto, Muñoz Mustafá y Díaz), como también ajustar los relevos para no sufrir cuando Rivarola y Vespa cumplen funciones de ataque. Encontrar la fórmula para desnivelar es la cuestión y los auriazules de López no pudieron hallarla en su visita a Argentinos. Si bien el juego en Caballito estuvo envuelto en imprecisiones y una paridad constante, la sensación que quedó es que a Central le faltó juego ofensivo para acercarse a la victoria.
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