La murga uruguaya "Falta y resto" reunió a unas 400 personas en el concierto que presentó el viernes último en el Teatro Manuel de Lavardén, Sarmiento y Mendoza. El elenco integrado por 19 músicos y cantantes de la Banda Oriental dirigidos por Raúl Castro ofreció una fiesta musical con la que contagió su proverbial entusiasmo a los amantes de la murga uruguaya que concurrieron a presenciar el show. Como lo hicieran en 1999, en su visita a la misma sala rosarina, los artistas se presentaron con una medialuna como telón de fondo, un remedo de la luna que en los barrios montevideanos suele iluminar las noches del carnaval. A partir del tercer tema del repertorio que los artistas presentaron el viernes, el público ya no soportó la prisión de las butacas y se puso de pie para obedecer las perentorias órdenes de su cerebro: bailar al ritmo de los tambores. Con un afinado coro que acentúa su procedencia arrabalera con gestos, bailes y visajes que denuncian el asfalto recorrido por sus voces, el grupo volvió conquistar al público con las armas más legítimas que conoce la canción popular: la fidelidad a un estilo propio. Cuando Falta y Resto comenzó a cantar el último tema de los bises que le exigió el público, sus integrantes bajaron del escenario cantando y, de uno en fondo, fueron saliendo de la sala y luego del mismo teatro. Como en toda la velada el público los siguió y la fiesta terminó en la calle.
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