Acompañado por expertos

Jaime Roos fue secundado en escena por una banda que se asienta en el talento de los hermanos Ibarburu (Martín en batería, Andrés en bajo y un sobresaliente Nicolás en guitarra) con quienes colaboran Walter Haedo en percusión, Gustavo Montemurro en teclados.
Nicolás Ibarburu mostró su gran pericia en un contrapunto que ofreció con el bajo en manos de Andrés Ibarburu. Quizá el punto sobresaliente en la impecable labor del violero fue su solo en "Cometa de la farola". La guitarra dibujó crescendos infernales remedando el vuelo de un caprichoso barrilete.
Otro notable músico es el baterista, Martín Ibarburu, dueño de una fuerza y una precisión aplastantes y particularmente notables en los segmentos en los que el cantautor puso de relieve su veta rockera.
Renglón aparte para el quinteto de voces murgueras liderado por la inacabable voz de Freddy Bessio y que completaron Ney Perazza, Alvaro Fortess, Pedro Takorian y Emiliano Muñoz. Cantando sobre un tablado, los murguistas aportaron las pinceladas imprescindibles en los frescos montevideanos que ofreció Jaime Roos.