Año CXXXIV
 Nº 49.213
Rosario,
domingo  19 de
agosto de 2001
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El casamiento del obispo africano involucró a la diplomacia surcoreana
El embajador Yang II Bae se reunió con María Sung, la mujer de monseñor Milingo, a pedido del Vaticano

Corea del Sur intervino ayer directamente en el escándalo en torno al casamiento del ex obispo africano Emmanuel Milingo con la médica coreana María Sung, que se reunió ayer a la mañana con el embajador de Seúl, quien dijo a la prensa que la Santa Sede analiza un inminente encuentro de los "esposos".
A pedido del Vaticano, Yang Il Bae se reunió ayer con Sung, la esposa "repudiada" por monseñor Milingo, de 71 años, con quien se casó en Nueva York el 27 de mayo en un rito de la iglesia del reverendo Moon.
"El Vaticano está considerando la posibilidad de permitir a Milingo que vea a María dentro de pocos días", dijo el embajador, extenuado por la difícil misión que ayer lo llevó al hotel donde reside Sung.
Tras el encuentro con la mujer, de 43 años y en ayuno desde hace varios días, el diplomático fue al Vaticano y después mantuvo una nueva conversación telefónica con su compatriota para informarla sobre los resultados de su misión.
La mediación diplomática fue solicitada por la Santa Sede, tras los numerosos e infructuosos intentos de contactar a María Sung, que se ha mantenido en su negativa de recibir la carta que le escribió Milingo desde su "retiro espiritual".
María, como todos los días desde el martes pasado, acudió ayer a la plaza San Pedro para orar a las seis de la mañana, junto con su pequeño séquito de adeptos de la secta Moon y fotógrafos.
La esposa coreana del obispo exorcista no se resigna al abandono y está convencida de que su marido fue "secuestrado" o "drogado" ya que asegura que es incapaz de "despedirla" por carta.
Ahora el Vaticano intentará a través de la diplomacia dar con una salida al espinoso caso que se convirtió en una telenovela veraniega italiana, y convencer a la ferviente esposa del obispo a que renuncie a su monseñor, como lo llama afectuosamente.
El embajador Yang Il Bae fue al hotel cerca del Vaticano en el que está alojada la mujer desde hace unos días, donde fue recibido por María Sung sentada en su cama, de la que se levanta sólo para ir a San Pedro a la madrugada, porque está postrada.
"Hablamos durante más de una hora sobre cuáles eran sus intenciones. Reiteró que seguirá la huelga de hambre (que inició hace seis días hasta que se reúna cara a cara con Milingo y que no aceptará ninguna carta ni llamada telefónica del obispo", declaró el embajador.

Aún no recibió la carta
El encargado de la prensa del Vaticano confirmó que María "aún no recibió la carta de Milingo" en la que el obispo, se supo, le explica las razones de su retorno al seno de la Iglesia y a sus rigurosas imposiciones, como el celibato.
Los emisarios del obispo intentaron entregarle la misiva pero, probablemente aconsejada por un representante de la secta del reverendo Moon, que no la deja ni a sol ni a sombra, dijo que la recibirá "sólo de manos de su esposo".
Inmediatamente después del coloquio con María, el diplomático surcoreano se dirigió al Vaticano para reunirse con Tarcisio Bertone, el prelado de la Congregación de la Doctrina de la Fe que acompaña en estos días a Milingo.
Hace varios días que los "vaticanistas" de la prensa italiana hablan de un "inminente" encuentro entre el obispo y su esposa coreana, que tuvo al mundo en suspenso al anunciar su esperanza de estar embarazada.
María Sung no está embarazada pero está seriamente debilitada por la huelga de hambre y el estrés de estos últimos días, desde la "desaparición" de Milingo el 7 de agosto, cuando fue a ver al Papa a Castelgandolfo.



María Sung lleva seis días en huelga de hambre.
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