"Estamos ante un caso complicado". Así se sinceró una fuente policial ante La Capital al comentar el hallazgo de un automóvil Honda Accord con manchas de sangre en su interior y parcialmente saqueado, en la zona ribereña de Villa Gobernador Gálvez, muy cerca del frigorífico Paladini. El coche pertenecía a un comerciante oriundo de la provincia de Buenos Aires, pero que por cuestiones laborales estuvo alojado los últimos dos días en un hotel céntrico de Rosario. El hombre es buscado por cielo y tierra por la policía rosarina, cuyos investigadores tienen la sospecha de que haya corrido la peor de las suertes.
Si bien los encargados de aclarar la desaparición de Gabriel Ernesto Pellado sostuvieron que es prematuro hablar de un homicidio, porque aún no fue encontrado su cadáver, dos hipótesis se perfilan por ahora como para explicar el caso. "Pudieron suceder dos cosas: a Pellado lo asesinaron por algún motivo que desconocemos y se deshicieron del cuerpo. O bien el hombre huyó por una causa grave y dejó su auto abandonado a orillas del río", comentó una fuente cercana al caso.
La alarma sonó a partir de una denuncia por averiguación de paradero que llegó a la Jefatura de Rosario impartida desde la localidad de Quilmes. Pellado vive en esa ciudad bonaerense y es un comerciante de sólida posición económica vinculado al rubro ganadero. Días atrás, Pellado había salido en viaje de negocios en el Honda por diferentes ciudades. Una fuente de la investigación consignó que el hombre se dedicaba a la comercialización de suero vacuno y que visitaba regularmente a clientes de Rosario.
Lo último que se supo de él en Quilmes fue que anduvo por las ciudades de Córdoba, Río Cuarto y Rafaela para llegar finalmente a Rosario. Pellado estuvo un par de días en esta ciudad alojado en el hotel de San Juan al 1000, frente a la plaza Montenegro, y desde allí se habría comunicado por última vez con la mujer.
El último llamado
Ese contacto se realizó por vía telefónica y sucedió el jueves alrededor de las 22. Según comentó la esposa a la policía, Pellado habló normalmente, dijo que estaba bien y que regresaría a casa el viernes. Como el hombre no apareció, los familiares y amigos formalizaron la denuncia por averiguación de paradero. Como la última noticia que tuvieron de él provino de Rosario, la búsqueda se concentró en esta ciudad. Por eso, las secciones Seguridad Personal, Homicidios y la Agrupación Orden Público iniciaron un rastrillaje para dar con el hombre.
Ayer temprano y cuando aún caía una densa llovizna, los efectivos de la seccional 29ª de Villa Gobernador Gálvez encontraron el Honda en un paraje ribereño cercano al frigorífico Paladini, entre el barrio La Esperanza y el balneario Vigil. Al lugar, de por sí muy inhóspito y lleno de maleza, se llega por un camino de tierra que como consecuencia de las lluvias de los últimos días estaba intransitable para vehículos. Hasta el sitio sólo se podía acceder caminando y metiendo los pies en el barro, o bien a caballo. Los investigadores y peritos de Criminalística que inspeccionaron el vehículo tuvieron que dejar sus automóviles a más de 400 metros metros y embarrarse hasta los tobillos.
El Honda Accord presentaba algunas manchas de sangre en el asiento trasero y le faltaban las dos ruedas del lateral derecho. Además no tenía la chapa patente trasera y el baúl estaba entreabierto. Los investigadores confirmaron que faltaban otros elementos del auto, pero atribuyeron ese hecho al trabajo de ladrones de la zona que habrían actuado al observar que el rodado había sido abandonado. La policía sospecha que el coche habría sido llevado hasta ese lugar el viernes alrededor de la 1 de la madrugada, es decir pocas horas después de que Pellado se contactara por última vez con su mujer. "Un testigo vio llegar el auto a esa hora y que del mismo bajaba una sola persona", apuntó una fuente cercana a la investigación.
Al confirmarse la noticia del hallazgo del coche, un grupo de amigos del comerciante viajó de Quilmes a Rosario para aportar más datos a la policía, que durante la tarde ayer rastreó la zona en búsqueda de algún cadáver con la ayuda de perros sabuesos y con efectivos montados a caballo. Más tarde se sumaron a la tarea buzos tácticos de la policía de la provincia y de Prefectura Naval. El resultado del operativo fue negativo. También se hicieron chequeos con todos los hospitales y sanatorios de la ciudad que no arrojaron luz al caso.