La búsqueda de fondos para investigaciones o de oportunidades de inserción laboral convirtió a Brasil en un imán para los académicos argentinos. El país vecino atrajo en un importante número a los investigadores nacionales, que durante décadas protagonizaron la fuga de cerebros que los llevó por todo el planeta, con el propósito de desarrollar sus potencialidades. Opción que aquí, a menudo, se les ve negada.
El ministro de Ciencia y Tecnología de Brasil, Ronaldo Sardenberg, reveló que 240 investigadores argentinos trabajan en la mayor economía latinoamericana, constituyendo la principal comunidad de científicos extranjeros radicados en ese país. Además, va en aumento el número argentinos que llegan a universidades del país vecino a hacer estudios de posgraduación. "En Brasil este grupo argentino es el más grande entre los investigadores extranjeros", dijo el funcionario.
A pesar de tener tres premios Nobel en ciencias, Argentina ha destinado escasos fondos a subvencionar la producción científica, lo que obligó a los investigadores para radicarse en otras naciones donde pueden contar con más recursos.
Según datos oficiales, más de 1.200 investigadores y científicos argentinos trabajan en el exterior. Sin embargo, se estima que la cifra es mucho más alta.
Mate y batucada
Sardenberg lamentó que "en Argentina haya muy pocos científicos brasileños" y llamó a intercambiar más becas de estudios universitarios entre ambos países. En el 2000, de acuerdo a la información oficial, fueron concedidas 159 becas a estudiantes argentinos por parte de universidades brasileñas.
El ministro dijo que su país no discrimina entre nacionalidades cuando hace convocatorias a científicos e investigadores y explicó que muchos argentinos se postulan para puestos ofrecidos por entes de investigación o universidades.
El funcionario firmó el lunes en Buenos Aires un acuerdo de cooperación científica e innovación productiva con su homóloga de Argentina que, confió, "servirá para trazar una estrategia y planificar nuestra cooperación".
Sardenberg explicó que los científicos argentinos que trabajan en Brasil prestarán una ayuda adicional para afianzar la vinculación entre los dos países.
"En Brasil hay 1.000 grupos de investigación con contactos en Argentina, hay 80 convenios entre universidades de ambos países, queremos refinar y aumentar más nuestra cooperación", subrayó.
Ambos países definieron dar prioridad en materia de integración científica a la biotecnología, climatología, hidrología, química, ciencias sociales y combate a la fiebre aftosa, el virus que ataca a bovinos y que afecta a casi toda América del Sur.