Según datos oficiales, Argentina asigna a la investigación científica y tecnológica un presupuesto anual de 850 millones de dólares o 0,35 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB), mientras que en Brasil esa cifra llega a 5.600 millones de dólares o 1,4 por ciento del PIB, de acuerdo al ministro Ronald Sardenberg. Para impulsar el desarrollo de áreas consideradas estratégicas, la cartera brasileña de Ciencia y Tecnología creó fondos especiales destinados a financiar trabajos sobre la explotación petrolera y gasífera en aguas profundas, energía eléctrica, informática y actividades espaciales. "La ciencia y la tecnología requiere pensar en el mediano y largo plazo, es la única solución que veo para escapar del subdesarrollo", concluyó Sardenberg.
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