En diciembre pasado, la muñeca y el gigante estadounidense del juguete, Mattel, se vieron envueltos en otra aguda polémica. La empresa había preparado una exhibición de arte sobre la muñeca, pero retiró una de las obras de la muestra, la del escultor Marc Quinn, quien creó una Barbie decapitada y embadurnada con pintura de color sangre. "Obviamente, el arte es algo muy personal y cada uno tiene su propia interpretación, pero si la pieza es como se dice, no podemos aceptarla", dijo Nasima Hussain, portavoz de Mattel, en la oportunidad. La muestra pretendía celebrar los 40 años de Barbie, con interpretaciones de la muñeca más famosa del mundo a cargo de afamados modistos y artistas. Las creaciones fueron presentadas en el Museo de Historia Natural de Londres y luego fueron subastadas para ayudar a las víctimas del Sida y sus familias.
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