Mientras buena parte del equipo económico pelea cara a cara en Washington el desembolso de más dinero para la Argentina, en el país, las voces de economistas y banqueros no se callan. Ayer, el director ejecutivo de la Asociación de Bancos de Argentina (ABA), Norberto Peruzotti, se manifestó en total descuerdo con la dolarización de la economía, a la vez que expresó que espera una recuperación de la confianza en el sistema crediticio antes de fin de año. El directivo justificó su optimismo en el apoyo recibido en los últimos días del FMI y de organismos multilaterales de crédito, que a su criterio son indicadores de que la situación puede revertirse. Por su parte, el economista Eduardo Basualdo identificó las fuentes de los problemas fiscales en dos núcleos centrales: la transferencia de los ingresos jubilatorios a las Afjp y los pagos derivados de la deuda externa pública. El docente de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) expresó también su visión acerca de la disyuntiva planteada entre devaluación y dolarización. El académico sostuvo que "el problema de las jubilaciones se origina en que se privatizaron los ingresos y el Estado se quedó con el gasto que se deriva del stock de pasivos existentes". Respecto de la deuda externa evaluó que "su otra cara es la fuga de capitales locales al exterior cuyo origen está, además, en la brutal redistribución del ingreso en contra de los asalariados que impuso la dictadura, desde el mismo momento del golpe" de 1976.
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