Washington. - Los pilotos estadounidenses de una misión antidrogas trataron de impedir al último minuto el derribo por cazas peruanos de una avioneta de misioneros norteamericanos sobre el río Amazonas en abril pero limitaciones lingüísticas y un sistema de comunicación sobrecargado impidieron un entendimiento, según un video de la intercepción divulgado ayer. Pero el personal de la fuerza aérea peruana estaba convencido que el aparato monomotor, que volaba lento sobre la selva peruana rumbo a Iquitos, era un "bandido" del narcotráfico y ordenó disparar. "!Me están matando! !Nos están matando!", gritó el piloto de la avioneta, Kevin Donaldson, por radio a la torre de control de Iquitos. "No, no disparen! !No más! No más!", gritó el copiloto del avión de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA) que había localizado a la avioneta volando sin plan de ruta. "!Dios mío!", dijo el piloto. Donaldson, malherido, pudo aterrizar el hidroavión en llamas en el Amazonas, pero en el ataque murió la misionera estadounidense Veronica Bowers y su hijita de siete meses. El video de 50 minutos, grabado desde el avión de la CIA, reveló los problemas de incomprensión lingüística entre pilotos estadounidenses y peruanos, un sistema de comunicación sobrecargado y la falta de procedimientos para evitar la muerte de inocentes. En varias oportunidades los pilotos del avión de la CIA expresaron dudas sobre la avioneta que seguían, porque volaba en dirección a Iquitos desde la frontera brasileña y no hacia Colombia. También notaron que el avión no trató de escapar.
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