Año CXXXIV
 Nº 49.171
Rosario,
domingo  08 de
julio de 2001
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Juan Borrel: "Alfabetizar es generar una transformación social"

"El voluntariado surge ante la crisis de un sistema, pero hay diferentes modos de hacerlo. Hay que elegir entre hacer caridad y generar una transformación social, y alfabetizando nosotros le damos a la gente una herramienta para cambiar las cosas".
Así, para Juan José Borrel, que trabaja como alfabetizador en el barrio Molino Blanco, "la caridad no es lo mejor". Tiene 23 años, es estudiante de historia y hace poco más de un año que se unió a la asociación Nunca es Tarde, un programa de alfabetización que surgió de la Federación Universitaria de Rosario (FUR) y actualmente funciona en forma independiente con más de 220 voluntarios en 15 centros distribuidos por toda la ciudad.
Juan José asegura que alfabetizar no sólo es "una forma de aportar algo a la sociedad", sino que además es "una manera de crear conciencia y de plantarse con otra actitud ante las diferentes problemáticas".
El estudiante cuenta que son los chicos los que llegan primero, algunos solos y otros mandados por sus padres. "A los adultos les cuesta un poco más porque son más vergonzosos y a veces nos piden que vayamos a sus casas a enseñarles, asegura.
Lo cierto es que para los estudiantes que forman parte del grupo de alfabetizadores que trabaja en el barrio Molino Blanco no faltan las demostraciones de agradecimiento y afecto.
"El hecho de que los chicos te esperen en la parada del colectivo los días que uno va al barrio, es impresionante. Son siempre pequeños mensajes que si uno sabe leer te tocan y te hacen ver los contrastes entre las diferentes realidades, y la de estos chicos es muy dura", cuenta Juan José, casi con orgullo.
"En el barrio te transformás", dispara el estudiante, y asegura que "uno siempre aprende a la par de la gente. Te das cuenta de que ellos saben leer antes de que uno llegue, pero leen otros mensajes: eso te saca todos los prejuicios que puedas tener".


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