Sin el marcador central colombiano Jorge Hernán Bermúdez, quien por hallarse engripado trotó aparte y luego siguió su acondicionamiento en el gimnasio, volvió ayer a practicar el plantel de Boca Juniors, con miras a la revancha de pasado mañana ante Cruz Azul de México, por la final de la Copa Libertadores de América.
El entrenador Carlos Bianchi pareció levantar el pie del acelerador, pues el ritmo del entrenamiento no pareció de los más exigentes, aunque concentró la mayor atención en una práctica de fútbol, con repetición de movimientos y jugadas preparadas, en ataque y en defensa.
Equipo base
El equipo base de los titulares que trabajó ayer en la Bombonera se alistó con Oscar Córdoba; Hugo Benjamín Ibarra, Aníbal Matellán, Clemente Rodríguez; Javier Villarreal, Mauricio Serna, Cristian Traverso, Juan Román Riquelme, Walter Gaitán; Marcelo Delgado y Antonio Barijho.
Una de las dudas en la proyección hacia el encuentro del jueves, para el que ayer quedaron agotadas todas las entradas, estriba en saber si Bianchi ubicará en el campo a dos delanteros o a uno solo, en ese caso abastecido de cerca por Riquelme y Gaitán.
Barijho o Giménez
En el primero de esos supuestos la incógnita estaría en dilucidar si el acompañante en ataque de Delgado (anteayer no estuvo, también afectado por gripe pero ayer volvió a hacer fútbol) sería Barijho o Christian Giménez, quien en México jugó como único punta en el partido de ida.
Mientras tanto, el delantero Guillermo Barros Schelotto ya reanudó sus tareas de kinesiología en procura de superar su desgarro, pero se supone que si llegara a tiempo para la revancha con los mexicanos su aporte estaría desde el banco de los suplentes.
Boca ganó el partido de ida 1 a 0, con gol de Marcelo Delgado, y con sólo empatar en el desquite se coronaría bicampeón de la Copa Libertadores de América, en forma consecutiva.