Año CXXXIV
 Nº 49.157
Rosario,
domingo  24 de
junio de 2001
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Nuevas medidas. Compañías líderes analizan el impacto del nuevo paquete
Para las empresas de la región, el empalme sirve pero no alcanza
Ejecutivos consultados por La Capital apoyaron los últimos anuncios económicos, pero dudan de que basten para reactivar

Sandra Cicaré

Incrementar el consumo interno y ganar competitividad en las operaciones de comercio exterior es el tema que mantiene desvelados desde hace más de dos años a los empresarios argentinos, desde que el país comenzó a transitar por la recesión.
Con una economía atada al dólar por efecto de la convertibilidad y un socio como Brasil que fue devaluando sucesivamente su moneda, las exportaciones argentinas fueron perdiendo terreno en los mercados internacionales. Mientras tanto, en el mercado doméstico los altos índices de desocupación y el escepticismo sobre el futuro de la economía plancharon el consumo.
Las medidas que lanzó el gobierno de Fernando de la Rúa hace más de una semana piloteadas por el ministro de Economía Domingo Cavallo, son un intento más por tratar de sacar al país de un letargo que parece interminable.
Sin embargo, para los hombres de negocios alcanzar la reactivación parece ser algo mucho más complejo, y que no se logra solamente con una convertibilidad ampliada o el "factor de empalme o de convergencia", que subirá el valor del dólar de exportación y gravará con el mismo porcentaje a las importaciones.
Así lo manifestaron los directivos de un grupo de empresas líderes de la provincia de Santa Fe en distintos rubros y titulares de pymes de la región, quienes consultados por La Capital expresaron su apoyo al nuevo plan ideado por Cavallo pero fueron muy cautos a la hora de vaticinar si será capaz de reactivar la economía argentina.
Con las particularidades de cada sector, los empresarios coincidieron en que la eliminación o recorte -según cada caso- de los reintegros a las exportaciones y la sustitución por el diferencial que surge entre el euro y el dólar no logra dar un empuje definitivo a la industria exportadora argentina, ya que se reemplazan niveles fijos por porcentajes variables que dependerán de los vaivenes de las cotizaciones internacionales.
Pero, por otra parte, recibieron con beneplácito el sobrecosto de las importaciones que permitirían para algunas industrias achicar la competencia externa y ganar más terreno en el mercado doméstico. Aunque en este caso, se trata de un arma de doble filo, porque mientras por un lado recorta el ingreso de productos de otros países, por otro, encarece los costos para muchas compañías que compran sus insumos en el exterior y ahora deberán afrontar mayores cargas en su proceso productivo.
El aumento de los aportes patronales, en cambio, no les quita el sueño a los titulares de firmas del rubro siderúrgico, textil, lácteo y automotriz, ya que consideran que es un tributo que puede deducirse del pago del IVA, un impuesto al que todos hacen frente en la actualidad.
Ni tanto, ni tan poco. Ese es el balance al que llegaron Ricardo James (Centro de la Industria Lechera), Alberto García Carmona (director de General Motors), José Censabella (presidente de Sipar), Gustavo Pitaluga (adscripto a presidencia de Acindar) y Rubén Serri (titular de Archie Reiton).
"Las medidas vienen bien, pero para que funcionen es necesaria una administración simple y sin cargas burocráticas", explicó García Carmona de General Motors. El sector automotriz recibía un 12% de reintegros a las exportaciones. Con el nuevo plan se aplica una reducción lineal de 7 puntos, por lo cual se percibirán reembolsos por el 5% y el resto se completará con el factor de convergencia o empalme.
El directivo reconoció en tanto, que este paquete económico les exigirá "equilibrar los insumos", que la compañía adquiere en el exterior y que no se pueden reemplazar por producción nacional.
"En forma genérica a nosotros estas medidas nos benefician porque tenemos una balanza comercial favorable con respecto a Brasil", explicó García Carmona. "Esto hace que tengamos una posición más competitiva afuera, pero al mismo tiempo otra no tanto respecto de la política de adquisición de insumos".
Esta política de compensación de pérdidas y ganancias es una constante entre las compañías, lo cual muestra a las claras que el plan es una de cal y una de arena.

Salir derecho
"Estas disposiciones nos darían un resultado ligeramente negativo", apuntó Pitaluga, de Acindar, de acuerdo a los primeros cálculos que realizaron los ejecutivos de la siderúrgica. "Como discontinuamos nuestra actividad grande en Brasil, estamos vendiendo menos al Mercosur, con lo cual no tendremos el beneficio del 8% por exportar dentro del bloque", señaló. Y aunque "para las exportaciones extra Mercosur tenemos ese beneficio se nos caen los reintegros" que alcanzaban en promedio un 7,5%. Además, como la firma importa insumos como mineral de hierro y electrodos, suben sus costos por el recargo que tienen los productos del exterior. "En líneas generales salimos hechos", resumió Pitaluga.
Las industrias lácteas, la mayoría de las cuales están asentadas en la cuenca lechera santafesina, es otro de los sectores exportadores que espera sacar ventajas de este paquete de medidas. Ricardo James, titular del Centro de la Industria Lechera precisó que "en la medida que el factor de convergencia sea más que eso, y que el euro siga depreciándose respecto del dólar, nos compensará la caída de los reembolsos". En este rubro, los reintegros alcanzaban el 6,8% para la leche en polvo en bolsa de 25 kilos, que es el mayor producto de exportación y a partir del plan de Cavallo quedarán reducidos a cero. Sólo se mantendrán un 5% de aquellos que antes alcanzaban el 12%, como los productos de mayor valor agregado. En cambio, "donde pasamos a tener ventajas es en las ventas intra Mercosur", dijo James, pero reconoció que allí el sector se enfrenta a otro problema que surge de las acciones antidúmping implementadas por Brasil.
Para desmenuzar cada punto de las medidas publicadas en el Boletín Oficial, un grupo de compañías del rubro lácteo se reunió este fin de semana en Buenos Aires. Así lo confirmaron desde la firma sucesores de Alfredo Williner. Y no se trata del único caso, directivos del frigorífico Swift también confirmaron que los técnicos de la empresa están estudiando efectos del nuevo plan sobre el sector.

Un vecino voraz
Más allá de la coyuntura, los empresarios consultados siguen con los ojos puestos en las asimetrías entre la Argentina y Brasil que a su criterio no se pueden zanjar con un dólar diferencial para la exportación y un arancel a las exportaciones, medidas que por otra parte, tienen un sesgo fiscal pero no monetario.
"Estas medidas eran necesarias porque la Argentina no puede vivir dentro del Mercosur con países como Brasil que devalúan constantemente", precisó José Censabella, titular de Sipar, para quien la Argentina "no podía seguir aferrada a un tipo de cambio irreal o un dólar sobrevaluado, que es perjudicial para el país". El empresario reconoció que para Sipar "se encarecerán los insumos y se elevarán los costos de flete", ya que en la compañía es mayor el nivel de importación de materia prima. Pero, como contraparte apuntó que el aumento del 8% para las exportaciones "traerá un beneficio", porque "acota la competencia extranjera".

A las textiles no les cierra
"Estas disposiciones nos darían un resultado ligeramente negativo", apuntó Pitaluga, de Acindar, de acuerdo a los primeros cálculos que realizaron los ejecutivos de la siderúrgica. "Como discontinuamos nuestra actividad grande en Brasil, estamos vendiendo menos al Mercosur, con lo cual no tendremos el beneficio del 8% por exportar dentro del bloque", señaló. Y aunque "para las exportaciones extra Mercosur tenemos ese beneficio se nos caen los reintegros" que alcanzaban en promedio un 7,5%. Además, como la firma importa insumos como mineral de hierro y electrodos, suben sus costos por el recargo que tienen los productos del exterior. "En líneas generales salimos hechos", resumió Pitaluga.
Las industrias lácteas, la mayoría de las cuales están asentadas en la cuenca lechera santafesina, es otro de los sectores exportadores que espera sacar ventajas de este paquete de medidas. Ricardo James, titular del Centro de la Industria Lechera precisó que "en la medida que el factor de convergencia sea más que eso, y que el euro siga depreciándose respecto del dólar, nos compensará la caída de los reembolsos". En este rubro, los reintegros alcanzaban el 6,8% para la leche en polvo en bolsa de 25 kilos, que es el mayor producto de exportación y a partir del plan de Cavallo quedarán reducidos a cero. Sólo se mantendrán un 5% de aquellos que antes alcanzaban el 12%, como los productos de mayor valor agregado. En cambio, "donde pasamos a tener ventajas es en las ventas intra Mercosur", dijo James, pero reconoció que allí el sector se enfrenta a otro problema que surge de las acciones antidúmping implementadas por Brasil.
Para desmenuzar cada punto de las medidas publicadas en el Boletín Oficial, un grupo de compañías del rubro lácteo se reunió este fin de semana en Buenos Aires. Así lo confirmaron desde la firma sucesores de Alfredo Williner. Y no se trata del único caso, directivos del frigorífico Swift también confirmaron que los técnicos de la empresa están estudiando efectos del nuevo plan sobre el sector.

"Estamos asociados a devaluadores"
Más allá de la coyuntura, los empresarios consultados siguen con los ojos puestos en las asimetrías entre la Argentina y Brasil que a su criterio no se pueden zanjar con un dólar diferencial para la exportación y un arancel a las exportaciones, medidas que por otra parte, tienen un sesgo fiscal pero no monetario.
"Estas medidas eran necesarias porque la Argentina no puede vivir dentro del Mercosur con países como Brasil que devalúan constantemente", precisó José Censabella, titular de Sipar, para quien la Argentina "no podía seguir aferrada a un tipo de cambio irreal o un dólar sobrevaluado, que es perjudicial para el país". El empresario reconoció que para Sipar "se encarecerán los insumos y se elevarán los costos de flete", ya que en la compañía es mayor el nivel de importación de materia prima. Pero, como contraparte apuntó que el aumento del 8% para las exportaciones "traerá un beneficio", porque "acota la competencia extranjera".



Cavallo intenta sacar a la economía de su letargo.
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