El último paquete de reformas impositivas incluye una marcha atrás al vituperado impuestazo del ex ministro de Economía José Luis Machinea de principios de 2000. Si bien aún no hay nada firmado, a partir de julio el impuesto a las ganancias volverá a los montos de mínimo no imponible y deducciones iguales a los previos al impuestazo. Sin embargo, no se tocarán las escalas para categorizar a los contribuyentes en función de sus rentas ni las alícuotas que se aplican a cada nivel.
El sector más beneficiado por esta medida es la clase media, que en el caso de los empleados en relación de dependencia comenzarán a sentir los efectos de esta medida con la liquidación del sueldo de julio, es decir en los primeros días de agosto. El efecto sobre los cuentapropistas y profesionales se sentirá a la hora de pagar los próximos anticipos que vence en agosto, noviembre, diciembre y febrero.
El impuesto a las ganancias computa la suma total de los sueldos de bolsillo de todo el año, le deduce una serie de montos prefijados según las cargas familiares y permite también descontar gastos especiales como los destinados a atención médica y sepelios, entre otros. Si ese monto no supera el denominado mínimo no imponible, no se paga ganancias. Si lo supera, esa cifra entrará en alguna de las categorías fijadas en una escala, en la cual corresponde una alícuota distinta para cada nivel.
En resumen, un empleado soltero que cobre hasta 1.500 pesos por mes, ahora no paga ganancias, mientras que antes pagaba alrededor de 15 pesos. Para un casado, en cambio, los montos sujetos a imposición son menores ya que sobre la suma de sus ingresos hace las deducciones. Un casado que gana hasta 2.000 pesos al mes no pagará ganancias, mientras hasta hoy pagaba 33 pesos.
Empleados y cuentapropistas
Estos efectos se sentirán en breve para los empleados en relación de dependencia. El especialista en temas impositivos de la consultora Deloitte & Touch Eduardo Beltrame explicó que en estos casos "se va a ajustar la próxima retención, ya que el empleador va reteniendo mes a mes en la propia fuente de ingreso como anticipo".
Para los cuentapropistas y profesionales la situación es distinta ya que el impuesto correspondiente al ejercicio 2001 lo van pagando en anticipos hasta que en abril se hace la liquidación final. El tributarista Enrique Lingua indicó que "la Afip deberá explicar el recálculo de los anticipos para que se empalme con la declaración jurada que se presente en abril".
Ambos especialistas coincidieron en la escueta información oficial. Lingua indicó que "se restituye el mínimo no imponible y las deducciones a las vigentes en el 99 pero hay muchos puntos que todavía no fueron aclarados. Por ejemplo, con el impuestazo se introdujo una tabla por la cual a mayor renta disminuían las deducciones y nada se dijo aún al respecto".
Hay otros aspectos que se manejan que los especialistas vieron con buenos ojos. Para Lingua, "un punto que sí es muy importante es que se permitirá deducir el pago de intereses en créditos hipotecarios hasta un máximo de 20 mil pesos".
Para Beltrame, es bueno que "se haya modificado el tope de 4.000 pesos de sueldo que había puesto inicialmente Cavallo para ser pasible de las reformas propuestas". La carga impositiva será menor que la fijada por el impuestazo de Machinea, pero quedarán muchos aspectos sin tocar por lo que los contribuyentes seguirán pagando un poco más que antes de impuestazo. La marcha atrás no es total y muchos quedarán, de todas formas, atrapados.
J.K.