Los tres penalistas consultados por La Capital deploran una confusión habitual: que los identifiquen con sus defendidos. Desde la opinión pública, "la sociedad nos juzga por el solo hecho de defender a personas sindicadas como delincuentes", afirma Abichain Zuain. Pero, lo que es más paradójico, de parte de sus propios defendidos tampoco zafan del estigma: les exigen que definan en qué "bando" están. "La gente que comete los delitos penales más comunes, como hurtos, robos, asesinatos, estadísticamente proviene de los sectores sociales más bajos y tiene ciertos códigos: por ejemplo, me cuestionan que también defienda a policías", cuenta Varela.