Carlos Bianchi sostuvo ayer que el plantel xeneize -que anteanoche venció a Palmeiras y se clasificó finalista de la Copa Libertadores- posee "una gran fuerza de carácter" para superar situaciones adversas y resaltó que "a pesar de todos los problemas que tiene la reserva anímica sigue intacta".
Bianchi, con inocultable orgullo por el desempeño de su equipo, afirmó que "cuando llega el momento, cuando hace falta, el plantel dice presente y es porque tiene una notable fuerza moral que lo sostiene".
Mientras era aplaudido por los simpatizantes boquenses que celebraban la victoria obtenida ante el equipo paulista por tiros desde el punto del penal, Bianchi negó categóricamente un rumor sobre la posibilidad de su renuncia si es que Boca era eliminado del máximo torneo continental.
"Yo quiero quedarme hasta el 31 de diciembre en Boca, en ningún momento se me cruzó por la cabeza irme del club", afirmó.
Al hacer una comparación respecto del equipo que fue campeón de América el año pasado y éste, dijo que el anterior daba la impresión de ser mas fuerte que el actual.
"Pero no hay que olvidarse que este año este equipo ganó seis partidos de visitante, empató uno y cayó cuando no jugó con el equipo, digamos, normal", explicó el entrenador.
Con relación al triunfo ante Palmeiras, Bianchi opinó que el arranque de Boca fue sorprendente para el equipo brasileño, ya que además del gol en el comienzo manejó la pelota hasta los 25 minutos.
"Palmeiras se adueñó de la pelota en el último tramo del primer tiempo y llegó al descuento, pero de los 180 minutos jugados en Buenos Aires y en San Pablo creo que Boca fue un justo ganador", opinó.
Al ser consultado si prefiere al Cruz Azul o Central como rivales en la final, respondió: "Al fútbol argentino le haría bien que los rosarinos se clasifiquen para jugar con nosotros la final".
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La Ciudad
