Año CXXXIV
 Nº 49.146
Rosario,
miércoles  13 de
junio de 2001
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Clima de fiesta
El corazón canalla late cada vez con mayor intensidad
Los hinchas se abalanzaron sobre las boleterías del Gigante y el Cruce Alberdi

Elbio Evangeliste

La cola parecía interminable. Los colores azul y amarillo habían copado el frente del estadio Gigante de Arroyito. Ansiosos por obtener el tan preciado cartoncito con banda magnética, los hinchas de Rosario Central volvieron a abalanzarse con todo sobre las boleterías, tanto del estadio como de la sede del Cruce Alberdi, con la intención de conseguir un lugarcito para el partido del próximo jueves ante Cruz Azul.
A paso lento, pero en medio de un clima típico de partido, los canallas iban adquiriendo sus entradas. Los comentarios entre quienes estaban formando la larga fila humana -se extendía desde las boleterías, por calle Génova, hasta la intersección con Cordiviola- parecían querer romper con tanto nerviosismo y tensión.
"Hay que hacer un gol de entrada, si no se nos va a complicar", argumentó uno de los tantos técnicos con que cuenta por estos días el equipo del Patón Bauza. Que el Rafa Maceratesi, que el Torpedo Arias, que con tres o cuatro defensores. Todo servía para no hablar de otra cosa que no sea de fútbol. Y como esos, miles de conjeturas, predicciones, análisis, fueron lanzadas por los hinchas.
Ese calor particular de parte del público fue, como no podía ser de otra manera, acompañado por los vendedores ambulantes, los que no dejaron pasar la oportunidad y se instalaron al pie del cañón para cumplir con la rutina de cada fin de semana.
Los gritos "la camiseta del campeón" y "a los colores del campeón", fueron el fondo de la espera, a la que muchos se encargaron de llevar adelante posados sobre sus bicicletas y motos.
Hinchas para todos los gustos. Desde el socio vitalicio que seguramente ha visto a su Central querido dar una vuelta olímpica en más de una oportunidad, hasta la niña, con edad de colegio secundario, con sus carpetas bajo el brazo. Todos se hicieron un tiempito para comenzar a soñar.
Con un optimismo a ciegas o dejando lugar a la duda, con euforia o tranquilidad. El hincha de Rosario Central ya empezó a jugar su propio partido y así lo hará hasta el próximo jueves, momento en que sentirán que son los jugadores los que deban responder desde el rectángulo de juego y así, entre todos, lograr el objetivo de clasificar para la final de la Copa Libertadores de América.



Plateas agotadas. Hoy se venden las últimas populares.
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