Año CXXXIV
 Nº 49.145
Rosario,
martes  12 de
junio de 2001
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Los europeos condenaron a EEUU por la ejecución

Luxemburgo.- Los cancilleres de la Unión Europea (UE) deploraron que Estados Unidos haya roto la moratoria y aplicado su primera pena capital a nivel federal en 38 años, al ejecutar a Timothy McVeigh. "Deploramos" esa medida, afirmó la titular sueca de Asuntos Exteriores y presidenta de turno de la UE, Anna Lindh, en una rueda de prensa en nombre de los Quince Estados miembros de la Unión. "Hoy se ha roto la moratoria que se había aplicado a nivel federal de esas ejecuciones", subrayó Lindh.
Los europeos condenaron la ejecución por considerarla brutal y vengativa. Las críticas se produjeron en la víspera de la visita del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, en su su primer viaje oficial a Europa como mandatario. La oposición europea a la pena de muerte superó la aberración del delito cometido por McVeigh cuando fue ejecutado por medio de una inyección letal en una prisión de Indiana por el atentado de 1995 contra un edificio federal que dejó 168 muertos.
Quienes se oponen a la pena capital dijeron que era una forma cruel y vengativa de hacer que McVeigh pague por lo que hizo. "Al ejecutar al primer reo que recibió la pena de muerte por un delito federal en casi cuatro décadas, Estados Unidos permitió que la venganza triunfara sobre la justicia y se distanció aún más de los deseos de la comunidad internacional", expresó ayer el grupo de derechos humanos Amnistía Internacional, con sede en Londres.
La inclinación de Estados Unidos por la pena de muerte lo pone, desde el punto de vista ético, en contra de sus tradicionales aliados europeos que la han abolido. La última persona ejecutada en la Unión Europea murió en 1977 en la guillotina en Francia.
En Berlín, el gobierno alemán emitió un comunicado diciendo que "continuaba oponiéndose a la pena de muerte, incluida la ejecución del culpable del atentado de Oklahoma, Timothy McVeigh". Pero agregó: "Esto no significa que sintamos lástima por quienes cometen delitos atroces".
Sin embargo, otros críticos europeos prefirieron utilizar palabras más duras. "La pena de muerte es una brutalidad que no tiene nada que ver con nuestros tiempos", expresó Antonio María Pereira, presidente del grupo portugués de derechos humanos denominado Ley y Justicia.
La controversia en torno a la ejecución de McVeigh podría ensombrecer la gira de cinco países del Bush, la cual se prevé que originará protestas no sólo contra la pena capital, sino también contra sus políticas sobre el escudo de defensa antimisiles y el calentamiento global.

Rechazo general en Francia
El titular de un grupo opuesto a la pena de muerte en todo el mundo calificó la ejecución de Timothy McVeigh de "inútil y ridícula" y pronosticó que estimulará el debate para poner fin a la pena capital en Estados Unidos.
"No creo que la ejecución de Timothy McVeigh cambie los problemas de Estados Unidos", dijo en París Michel Taube, presidente del grupo Juntos Contra la Pena de Muerte.
"La cuestión era: ¿acaso la ejecución evita un nuevo Timothy McVeigh? Lamentablemente la respuesta es no", dijo Taube en una entrevista telefónica. El grupo de Taube organiza el primer congreso mundial contra la pena de muerte del 21 al 23 de junio en Estrasburgo, donde se cree propondrá que el Parlamento Europeo pida una moratoria de la pena capital.
Dijo estar convencido de que la ejecución provocará un debate en Estados Unidos. "Ahora empieza real y seriamente la lucha contra la pena de muerte", afirmó.
Francia abolió la pena de muerte en 1981. Pese a que en Francia está arraigado el sentir contra la pena capital, no todos condenaron la ejecución. Edgar Rouch, un abogado en lo criminal, dijo que "me opongo firmemente a la pena de muerte, pero hay límites extremos. Lo que hizo McVeigh supera toda razón".


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