El paro de ayer en el norte del Gran Rosario adquirió la fisonomía de un sábado por la tarde al tener un alto índice de acatamiento, ya que los comercios y los bancos no abrieron sus puertas y no se dictaron clases en los establecimientos educativos. La ruta 11 fue cortada a la altura de Capitán Bermúdez y en la entrada a San Lorenzo y lo único que salió de lo común es que a la 0.30 un camión con tropas de la policía sanlorencina empezó a recorrer los puntos conflictivos y tomó fotografías a los militantes sindicales que estaban al frente de los piquetes.
Las ciudades de Granadero Baigorria, Capitán Bermúdez, Fray Luis Beltrán y Puerto San Martín no mostraron las calles desiertas ni el clima de tensión evidenciado en otros cortes de 24 o 36 horas, en donde el humo de las gomas quemadas y el rostro cubierto con pañuelos eran una constante.
En todas las ciudades el movimiento interno era el habitual y muchos aprovecharon la tarde para pescar sobre las barrancas del Paraná. Al mediodía se liberaron los puntos donde había sido cortada la ruta y los piqueteros se retiraron a descansar para, muchos de ellos, cumplir con el turno nocturno en las fábricas. El dirigente sindical sanlorencino Edgardo Quiroga, de la CGT combativa, expresó que "la gente no confía en Moyano. El paro fue acatado en un 95 %, los municipios cerrados y los negocios con persianas bajas", sintetizó.
Incidentes en las puertas del Swift
Contrariamente, en Villa Gobernador Gálvez, como en casi todo el interior provincial, la medida de fuerza casi no se hizo notar. Un ochenta por ciento del comercio abrió sus puertas en forma normal, mientras que algunas industrias y la Municipalidad sí se adhirieron al paro.
Por la mañana se produjeron algunos encontronazos en las puertas del frigorífico Swift entre los obreros que optaron por entrar a trabajar y algunos piqueteros que intentaron persuadirlos para que se plegaran a la huelga. La presencia policial evitó que la situación pasara a mayores y garantizó la libertad de trabajo.
Paradójicamente en el ámbito bancario, la única entidad que abrió sus puertas fue la sucursal del Nuevo Banco Santa Fe, aunque lo hizo hasta las 13. La actividad del transporte público de pasajeros como la de las escuelas fue prácticamente nula.