"Estábamos escuchando un mensaje por los altoparlantes y se interrumpió por un grito y un ruido que parecía un pupitre cayendo", relató a la televisión nipona una alumna de sexto grado que protagonizó los terribles incidentes. "Después -continuó- escuchamos a alguien que gritaba a lo lejos «corran»". "Vi a alguien que caía, luego vi sangre", contó un compañero que no dejaba de llorar ante la pregunta de los periodistas. Algunos alumnos buscaron refugio en tiendas próximas a la escuela. El dueño de una panadería explicó angustiado que unos ocho niños entraron corriendo con cara de pánico a su negocio: "Un niño estaba herido gravemente en la espalda y tenía la camiseta llena de sangre. La sangre caía al piso y yo no podía creer lo que estaba viendo".
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