Pocas veces las expectativas son tan disímiles si se toman como parámetro el interior de la cancha y su entorno. Para la gente de Central el choque de esta noche no tiene mucha significación. La cabeza está puesta en el Distrito Federal mexicano, donde los canallas titulares buscarán la hazaña de empezar a desandar el camino hacia la final de la Copa Libertadores de América. En cambio, para los que asumirán el compromiso de hoy frente a Racing en Avellaneda, por la penúltima fecha del torneo de AFA, será una muy buena prueba para meterse de lleno en la consideración de Bauza. No es poco para los tiempos que corren. Con debutantes, jugadores con escasos partidos y unos pocos experimentados, el plantel que será dirigido por Daniel Teglia buscará dar el golpe frente a un grande muy venido a menos, que reza por escaparle a la promoción y por una mala noche de Central. Por allí pasará el meollo de la cuestión. Más allá del resultado, los futbolistas auriazules, sin presiones a la vista, tienen muy poco que perder y mucho por ganar. Ese incentivo parece suficiente como para suponer que no le será sencillo al atribulado equipo de Reinaldo Merlo someter a un grupo de jugadores que saben que varios ojos se posarán para descubrir atributos en los que menos chances tienen de mostrarse durante el torneo. Además, los protasgonistas de esta noche conocen a la perfección las reglas del juego y apelarán a ellas para sacar la mejor tajada posible. Ganarle a Racing, o no perder con un rival a priori superior, generaría un reconocimiento al que pocas veces, o casi nunca, pueden acceder los que conforman la lista de alternativos del Patón Bauza. Desde México, el apoyo de los mayores es todo un incentivo para responderle a quienes buscarán la gloria sólo dos días después. Del otro lado de la cancha habrá un equipo con muchas presiones -todas las que no tiene Central-, plagado de urgencias y con la hostilidad como principal adversario si el resultado no aparece en la primera media hora. Demasiados ítems como para tentarse y aprovechar todas y cada una de las limitaciones albicelestes. El Central de Teglia, un director técnico a quien el bajo perfil no le permite tener la consideración que merecería por sus conocimientos, puede dar el golpe esta noche en el bellísimo Cilindro de Avellaneda. De paso aventaría los fantasmas que parieron las irregularidades de un torneo made in Argentina.
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