Carlos Ischia (*)
Jugué en América un año, en 1986, cuando disputamos aquella famosa final con River y perdimos. Los dos años anteriores había jugado junto al Patón Bauza en el Junior de Barranquilla, club al que volví después de jugar en el equipo caleño. Después de perder ante River salimos campeones de Colombia y, bajo la dirección técnica de Ochoa Uribe, se consiguió el pentacampeonato. Era un equipo con muy buenos jugadores. Estaban Falcioni, los paraguayos Roberto Cabañas, González Aquino y Battaglia, el Flaco Gareca, Willington Ortiz, Anthony De Avila, Alex Escobar y Orlando Maturana, entre otros. Las características de aquel equipo distan un poco de lo que es este América. El de Ochoa Uribe era un equipo duro, metedor, que no despreciaba la inventiva pero se apegaba más a otro estilo. Tenía nombres como para hacer cosas diferentes, pero logró muchas cosas aferrándose a una línea de juego. El América de los últimos años juega mejor al fútbol, intenta hacer otra cosa. Triangula bien la pelota, sus hombres se asocian. Con Jaime de la Pava como técnico, América fue sensación el año pasado y después perdieron contra los mexicanos por la Libertadores porque se vieron afectados por la altura de Bogotá, donde tuvieron que hacer las veces de local. Ahora, contra Central, la cosa va a ser diferente. El clima de Cali y la presión que pueda meter la gente pueden ser factores desequilibrantes. Además del juego del América, por supuesto. Pero Central no deben entrar en esa. Los primeros 15 minutos del partido pueden ser claves. Si los muchachos del Patón saben controlar la pelota, no les dejan demasiados espacios para que ellos puedan hacerla circular, es posible que el América comience a ponerse nervioso y allí Central deberá tratar de sacar provecho. Dicen que la diferencia que sacó Central en su cancha es exigua. Yo digo que al partido lo ganaste y ahora la presión la tendrá el América, que es el que tiene que dar vuelta el resultado. Por eso sostengo que Central está con las chances intactas. Soy amigo del Patón y estamos en contacto bastante seguido. Le deseo la mejor de las suertes a él y a sus muchachos. Y quien les dice que por ahí no nos encontramos en la final. ¿Por qué no? (*) Ex jugador de América de Cali, actualmente ayudante de campo de Carlos Bianchi en Boca Juniors
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