El anunciado plan de competitividad para el sector automotor tiene un objetivo fundamental: bajar los precios como única alternativa para reactivar las alicaídas ventas. Sin embargo, por el momento hay más dudas que certezas en cuanto a los efectos concretos que tendrá. Se sabe que los autos reducirán su precio, pero aún no se conoce ni cuándo ni cuánto será. Las oficinas de finanzas de las automotrices están trabajando a full para evaluar la incidencia de los retoques impositivos y así elaborar las nuevas listas de precios.
Las reformas en la estructura impositiva directa sobre la producción y comercialización de los autos serán absorbidas en parte por las bonificaciones que ya están haciendo las automotrices sobre los precios de lista, por lo que las rebajas serán variadas y en la mayoría de los casos no alcanzarán el 20 por ciento que aseguró Cavallo.
Donde sí se podrá hacer una mayor diferencia para el bolsillo del consumidor será en los costos que se suman al comprador, como los gastos de patentamiento y la posibilidad de descargar IVA en el caso de los responsables inscriptos. En esa línea se inscriben también los beneficios sobre los utilitarios (pagan sólo 10,5% de IVA), que hace que muchos prefieran comprarse un 4x4 o un furgón tipo Kangoo o Berlingo, por ejemplo en lugar de un auto familiar o sedán.
Los datos sobresalientes del acuerdo firmado por todos los sectores involucrados (gobierno nacional, provincias, terminales, autopartistas, concesionarios y sindicatos) son una rebaja en el arancel de patentamiento (pasa del 5% al 1%), eximición del pago de un impuesto interno del 4% a los autos de más de 22 mil pesos, y reducción de la alícuota del IVA al 10,5% para taxis o remises, que de ese modo se suman al tratamiento que reciben utilitarios y camiones.
También se incorporan diversas alternativas para las terminales como contabilizar los aportes patronales a cuenta de IVA, exención de impuesto a los intereses y ganancia presunta, y para los autopartistas un reintegro del 6% para las ventas nacionales. Las provincias aportarán la eximición de ingresos brutos a la industria -algo que ya estaba implementado en Santa Fe- y algo similar en el comercio.
El resultado de toda esa alquimia debería ser una rebaja de entre el 15% y el 20% para los precios de los autos 0 Km, pero las ventajas serán distintas en cada modelo según una ecuación harto compleja.
El impacto en los precios también dependerá del origen de los vehículos, y aunque se descuenta que los nacionales serán los que saldrán mejor parados, también entrarán a jugar las políticas de cada empresa. Por ejemplo, General Motors trae la pickup S 10 desde Brasil y no querrá quedar atrás con su competidor que es la Ford Ranger que se produce en Argentina. Un caso simétrico se da con el Corsa que GM fabrica en Alvear y el Fiesta que Ford trae de Brasil.
Por lo pronto, hoy los precios no existen en las concesionarias locales y la mayoría está a la espera de las listas que les bajen desde las fábricas.
Alfredo Pesado Castro, quien comercializa productos de General Motors, confesó que "no se va a saber nada hasta que no lleguen las listas nuevas".
Sin embargo, el directivo indicó que "desde mañana vamos a aplicar una rebaja del 7%, que es lo que esperamos den las fábricas". A este porcentaje se les deberán agregar las bonificaciones sobre los precios de lista que ya se venían haciendo, y que en algunos casos rondaban el 20%.
En cambio el titular de la Cámara Empresaria del Comercio Automotor, Carlos Fessia, planteó sus dudas: "Si los porcentajes son los que se dicen habrá una rebaja considerable, pero hay autos que ya tenían una importante bonificación, por lo que en estos casos la rebaja real puede ser de sólo 100 pesos".
El resumen de esta situación lo dio el titular de la regional de Acara (Asociación de Concesionarios de la Argentina), Armin Reutemann: "Lo más claro es que durante unos días no habrá precios en las concesionarias". El empresario agregó que "existen numerosas bonificaciones que se vienen haciendo, por eso no se podrá volcar el 15% ó 20% del que se habla al precio al público".
Estas bonificaciones eran soportadas por la terminal y en parte por los concesionarios, pero sobre este tema ya hablaron con frases como "todos vamos a tener que poner un poco".
Para Fessia, el resultado será que "los precios van a estar a los niveles que tenían en la época del Plan Canje, cuando la bonificación era del 20%, y ahora estamos bastante cerca porque entre el 15% que pueda bajar la terminal y el 4% de patentamiento estamos en un 19%".
Ensalada de impuestos
El blanco de todos los sectores productivos son los denominados impuestos distorsivos, entre los cuales se destaca ingresos brutos, una de las principales fuentes de recursos de las provincias.
El plan de competitividad promueve la eliminación en la etapa industrial y lo recomienda en la comercial. En Santa Fe ya se había eximido a la industria de este gravamen, pero se mantendrá sobre las ventas al público con la alícuota del 3,5% sobre el monto facturado. En resumen este aspecto para los santafesinos es inocuo, pero además deberán seguir pagando otros impuestos distorsivos como el 1% de sellos, que no se paga en Córdoba o Buenos Aires por ejemplo.
El dato que sí cobra relieve es la reducción del arancel de patentamiento que pasará del 5% al 1%. Actualmente para un auto de 20 mil pesos había que tener mil más para poder sacarlo a la calle. Este elemento no se verá en las listas de precios, pero el alivio sí se sentirá en los bolsillos.