Año CXXXIV
 Nº 49.129
Rosario,
domingo  27 de
mayo de 2001
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El clásico. Cicatrices de hazañas y fracasos
Un mano a mano entre Ariel Cozzoni y Cuffaro Russo

Mariano Bereznicki

En el cálido ambiente se percibe un clima de guerra fría. Sus cuerpos están visiblemente más pesados y cansados por tantas batallas. Sus rostros tienen cicatrices de hazañas y fracasos. Pero, increíblemente, sin dolores. Comparten los mismos sentimientos pero en veredas opuestas. De chicos, se cruzaron en un montón de potreros y enfundaron sus corazones con las banderas de Central y de Newell's. Además llegaron a la primera y encima lograron salir campeones. Es el sueño de cualquier pibe hecho realidad. A pesar de que ya colgaron los botines, siguen siendo una leyenda viviente. Compartieron muchas tardes de clásicos. Pero tanto Ariel Rubén Cuffaro Russo como Ariel Osvaldo Cozzoni continúan ligados al sentimiento del hincha. Y por eso, con motivo del partido que sostendrán hoy canallas y leprosos, OVACION se reunió con éstas dos leyendas de Rosario palpitando lo que se vivirá en el Gigante de Arroyito.
"No hay motivación más grande que poder jugar un clásico. Y si tenés que pagar para estar, te aseguro que pagás. Nadie quiere perderse este partido", afirmaron a modo de coro Cuffaro Russo y Cozzoni.
-¿Lo sufren más ahora?
Seguro, por lo menos, antes podías hacer algo, en cambio ahora, no te queda otra que mirarlo y sufrir desde la platea. (Cuffaro Russo)
- Puede ser. Pero lo sufriría más si estuviera dirigiendo al equipo. Pero al ser hincha lo querés ganar a toda costa, a pesar de que hoy en día no haya referentes. (Cozzoni)
-¿De todos los clásicos que jugaron, cuál es el que recuerdan más?
-Te acordás de todos por igual. Pero puede que sea el que les ganamos 4 a 0. En ese partido tuve la suerte de convertir dos goles. (Cozzoni)
-El que les ganamos 2 a 1, con un gol mío. (Cuffaro Russo)
-Pensar que en esa época, los partidos casi siempre terminaban suspendidos.
-Sí, es verdad. Por eso digo que este tipo de encuentros, uno los vivía más como hincha que como jugador. Por eso también había veces en las que uno cometía errores y terminabas yéndote expulsado. (Cuffaro Russo)
-Cómo te pasó a vos por pegarle un patadón al Chino Albarenque.
-Bueno, ahí tenés un claro ejemplo de lo que siente uno además siendo hincha. Pero aquella actitud es injustificable. Recuerdo que no hizo falta ni que me mostraran la roja porque me fuí solo. (Cozzoni)
-¿Estos partidos son los que más se extrañan?
-Seguro. Si bien no me dolió tanto haber dejado el fútbol, cuando iba a la cancha a ver un clásico me moría de las ganas por poder estar. Lo sufro como loco. (Cozzoni)
- Uno siempre quiere jugarlo. Es el partido que nadie quiere perderse por nada del mundo. Hasta hoy en día me dan ganas de jugarlo. (Cuffaro Russo)
-¿Cuál es la anéctoda que más recuerdan?
-Fue una con Bielsa. Ganábamos 4 a 0 y el partido se había parado provisoriamente y Marcelo empezó a llamarme desesperado. Me sorprendí porque no entendía nada. Cuando me acerqué al banco de suplentes, me agarró y me dijo que no le tirara la camiseta a la hinchada porque la quería para él. Esa era una de las tantas cosas con las que siempre te sorprendía el Loco. (Cozzoni)
-Fue en el clásico que ganamos 2 a 1, con un gol mío. Había un tiro libre favorable a nosotros y el Patón (Bauza) agarró la pelota para acomodarla. Se le acercó el Tata Martino y le dijo a modo de gracia que se dejara de joder, que no lo ejecutara porque ya terminaba y así todos se iban conformes. Y Edgardo lo miró como diciendo, ni loco te hago caso y lo pateó, la pelota se desvió en la barrera y le hicimos el segundo. (Cuffaro Russo)
-¿Cómo ven a los equipos en la actualidad?
-En mitad de tabla. Veo que Newell's tiene poco recambio. Por ejemplo, Bernardi pintaba para ser un crack y se tuvo que ir. Ahora apareció Ponzio y vamos a ver cuánto dura. Además, al técnico se le complica cada vez más poder armar un plantel competitivo, porque sufre permanentemente el éxodo de sus jugadores. Cada vez se nos va a ser más difícil pelearle de igual a igual a los equipos poderosos de Buenos Aires. (Cozzoni)
-No me gustaría entrar mucho en detalle de cómo lo veo hoy en día. Pero para el clásico, Central llega mejor de salud mental, porque está jugando la Copa Libertadores y hasta ahora le está yendo muy bien. (Cuffaro Russo)
-¿Qué partido les hubiera gustado jugar y no lo pudieron hacer?
-Uno que perdimos en la cancha de Central con un gol de Scalise. Yo venía de jugar afuera y estaba en el banco. Picerni era el técnico y me acuerdo que ya no sabía qué hacer para que me ponga. Tenía una desesperación bárbara. Estaba loco, ese día hasta caminaba por arriba de los bancos. (Cozzoni)
-Gracias a Dios jugué casi todos. (Cuffaro Russo)
-¿Arriesgan un resultado?
-Lo gana Newell's. Más que una realidad, es un deseo. Nadie se conforma con un empate, pero si empatás sobre la hora, te aseguro que lo festejás como si fuera un triunfo. (Cozzoni)
-Espero que lo ganemos nosotros. No me importa el marcador. (Cuffaro Russo)



Cozzoni y Cuffaro Russo recordaron buenos tiempos.
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