El Comíte Ejecutivo de Seguridad Deportiva de la Provincia de Buenos Aires, que encabeza el ex árbitro Javier Castrilli, decidió ayer que el partido entre Quilmes y Banfield, por el título de campeón de la B Nacional de Fútbol y el ascenso a la A, se juegue mañana a las 11, en lugar de hoy a las 15.20 como originalmente estaba previsto. La medida fue tomada para evitar que el público que asista a ese encuentro se cruce con los aficionados que concurrirán a observar los partidos del Mundial juniors de hockey femenino, que se está jugando en el estadio nacional de Quilmes. El encuentro será dirigido por el internacional Horacio Elizondo y televisado en directo por TyC Sports. La gran expectativa por el partido que definirá el primer ascenso a la máxima categoría del fútbol local, motivó la rápida determinación del organismo provincial, con la finalidad de prevenir incidentes que se pudieran producir en las cercanías del estadio Centenario. En el partido de ida jugado el pasado sábado en cancha de Banfield, el equipo local se impuso por dos a uno. Con ese resultado, Banfield con sólo empatar mañana se habrá adjudicado el derecho de jugar el próximo torneo Apertura de primera división. En cambio, si el triunfador es Quilmes, aunque sea por la mínima diferencia, se quedaría con todo por tener mayor coeficiente (2,083 contra 2,042). La suspensión cambió los planes de los dos entrenadores que seguramente diseñaran un nuevo esquema de entrenamientos para el decisivo cotejo. En Quilmes se producirá la reaparición del zaguero y capitán Fabio Schiavi, recuperado de un desgarro, mientras que Luciano Mazzina ocupará la plaza del lesionado Lautaro Trullet. Por su parte, el técnico de Banfield (lleva 21 fechas sin perder), Ramón Ponce, decidió jugar con los mismos once que iniciaron el primer partido.
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