El futbolista argentino Sergio Galván Rey agradeció a Dios que no le sucedió nada el viernes en la explosión del coche bomba en el lujoso hotel de la ciudad colombiana de Cali. Galván Rey y sus compañeros del Once Caldas acababan de descender del autobús que los trajo desde Manizales para enfrentar hoy al América en juego anticipado por el torneo Apertura. El compromiso fue aplazado. "Gracias a Dios estamos vivos... pasamos un gran susto...vivimos momentos de mucho miedo pero lo más importante es que estamos vivos", manifestó el jugador tucumano Galván Rey. El delantero de 28 años, autor de más de 100 goles para el equipo de Manizales, relató nervioso a la prensa: "Acabábamos de bajar del autobús e íbamos con rumbo a la recepción del hotel para registrarnos y luego comer... transcurrieron unos tres o cuatro minutos desde el momento que descendimos del autos". "Vivo con miedo a raíz de la violencia que envuelve a Colombia pero la única alternativa es convivir con el grave momento... En esta ocasión nos tocó a nosotros pero sin consecuencias graves".
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