El 18 octubre de 1901, los trabajadores de la Refinería Argentina de Azúcar, ubicada en la zona norte de la ciudad, decidieron presentar a sus patrones un petitorio en el que exigieron disminución de horas de trabajo, aumento de salario y mejores condiciones de salubridad en las distintas secciones de la fábrica. El pedido fue rechazado y se desencadenó la huelga. Unos 200 obreros, entre ellos Virginia Bolten, se agolparon en la puerta de la refinería y cuando la policía intentó dispersarlos se produjo un tumulto en el que murió Cosme Budislavich, un inmigrante austríaco que se transformó en el primer mártir de la lucha obrera en Rosario. Bolten encabezó el cortejo fúnebre y fue una de los principales oradores en un acto de protesta que se realizó en la plaza López el 24 de octubre. Por esos días, una inspección del gobierno nacional que había llegado hasta la Refinería informó que "los obreros trabajaban de 6 a 18", y que entre ellos había "niños de doce años". También remarcó que entre las niñas "algunas estaban anémicas y con síntomas de sobrefatiga". Se destacó además que en el lugar se respiraba mucho polvo de azúcar, que provocaba un "espesor de las mucosidades de los pulmones".
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