La tripulación del avión estadounidense EP-3E que hizo un aterrizaje de emergencia en China tras chocar con un jet chino no pudo destruir todo el material secreto a bordo de la aeronave. La Agencia Nacional de Seguridad, una oficina del gobierno responsable por reunir inteligencia electrónica, evalúa el posible daño que podría significar la pérdida de una aeronave secreta, que China se niega a devolver. "La evaluación de los daños continúa, pero es claro que se ha perdido algo", dijo uno de los funcionarios. "No lograron recoger todo. La tripulación destruyó rápidamente todo el equipo computarizado y su contenido en los minutos que siguieron al choque y cuando fueron capturados en el avión por soldados chinos", dijo un funcionario del Departamento de Defensa. "Recogieron gran cantidad de material siguiendo las indicaciones de su listas, que tenían de cinco a seis pasos. Tenían todo copiado electrónicamente", agregó. Sin embargo, no hubo suficiente tiempo para destruirlo todo, indicó un funcionario. "Era físicamente imposible acabar con todo", añadió.
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