Pauline Jelinek
Washington. - El presidente George W. Bush no ha cambiado nada en la política hacia China, sostuvieron la Casa Blanca y el Departamento de Estado, aunque el Congreso destacó que las declaraciones del mandatario sobre Taiwán acabaron con una ambigüedad tradicional respecto del tema. Algunos legisladores dijeron que las declaraciones de que EEUU usaría la fuerza militar en la defensa de Taiwán negaron la ambigüedad tradicional en la política de EEUU sobre el tema, sin dejar de reconocer que hay sólo una China. "La ambigüedad nunca fue buena", dijo la representante republicana Dana Rohrabacher, crítica del gobierno comunista de China. No obstante, el senador demócrata John Kerry lamentó el miércoles que Bush haya abandonado la política anterior sin "absolutamente ninguna consulta con los miembros del Congreso o con nuestros aliados en la región". "Hemos sido deliberadamente vagos sobre las circunstancias bajo las cuales acudiríamos en defensa de Taiwán, no sólo para evitar que la isla nos involucre declarando su independencia, sino para frenar un ataque chino, manteniendo a Pekín en la incertidumbre", explicó el senador. En tanto, la asesora de Bush en seguridad nacional, Condoleezza Rice, dijo que "la Ley de Relaciones con Taiwán deja muy claro que EEUU tiene una obligación velar porque la paz en Taiwán no sea alterada por la fuerza". Esa ley, que data de 1979, es la base de la política estadounidense en torno a Taiwán. "Lo que (Bush) dijo claramente es cuán seria y resueltamente él toma sus obligaciones. Un Taiwán seguro será más capaz de entrar en diálogo" con China, dijo Rice. La advertencia de defender a Taiwán de un ataque chino fue la más fuerte muestra de apoyo a la isla en años, pero los analistas en Taipei dicen que es poco probable que signifique un mayor cambio de la corriente política con China.
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