Quebec. - Por segundo día consecutivo estallaron choques de consideración entre los manifestantes antiglobalización reunidos en Quebec para protestar contra la III Cumbre de las Américas y las fuerzas policiales. Por encima del vallado de hormigón y alambre de acero de tres metros de altura que cerca el área restringida, de unos 10 kilómetros cuadrados, volvieron a volar las granadas de gas lacrimógeno en una y otra dirección. También entraron en acción camiones hidrantes que arrojaron fuertes chorros de agua sobre los "globalifóbicos" más cercanos al perímetro, derribando incluso a algunos. Hubo unos 150 detenidos y 90 heridos. Tanto la policía como muchos manifestantes y también periodistas se apostaban junto al denominado "Muro de la vergüenza", sobre la avenida René Lévesque, equipados con máscaras antigas, a menos de 200 metros de los edificios en que sesionan los 34 jefes de Estado y Gobierno americanos, con la sola excepción de Cuba. Policías y manifestantes también coincidían con el equipamiento de los periodistas, al portar cámaras de video para registrar las imágenes de los enfrentamientos, que ocupan mayor espacio en los medios locales que las sesiones de los mandatarios. Sobre la calle, del lado interno del perímetro, se hallaban los restos de los tramos del vallado que fueron derribados por las manifestaciones del viernes, ornados aún con numerosas banderas cubanas que habían colgado los activistas antiglobalización. Simultáneamente, se iniciaba a la tarde la mayor manifestación contra el proyecto del Area de Libre Comercio de las Américas ( Alca) que impulsa la Cumbre. Entre 20.000 y 25.000 personas marcharon por las calles de libre circulación de Quebec, convocados a una protesta pacífica por diversas organizaciones no gubernamentales. La marcha de protesta, organizada como cierre de la Cumbre de los Pueblos que sesionó desde el martes en forma paralela a la Cumbre de las Américas, no se acercó a las inmediaciones del vallado de seguridad, para no provocar incidentes como los protagonizados por los grupos más radicalizados. Un enorme preservativo inflable verde de Greenpeace acompañaba la cabeza de la manifestación pidiendo "un Alca seguro". Los organizadores de la Cumbre anunciaron, al igual que ocurrió ayer, el cierre absoluto de las puertas del centro de convenciones por razones de seguridad, ante las protestas realizadas afuera.Por altoparlantes se dio cinco minutos a los periodistas para decidir si permanecer dentro del recinto o salir de él.
| |