Octavio Bartolucci vivió su regresó con tries. No podía ser de otra manera. Después de casi dos años de ausencia, que utlizó para realizar su experiencia en el rugby profesional de Francia, volvió a vestir la camiseta de su querido Atlético del Rosario en una competencia oficial y cumplió con lo suyo. Dentro de la chatura general exhibida por los hombres del pasaje Gould, el wing del seleccionado argentino respondió con dos anotaciones a las cifradas expectativas que la gente tiene depositadas en él.
Su última presentación había sido en julio del 99 en la primera victoria en la historia del club frente al SIC. Por eso el encuentro de ayer fue realmente especial para Bartolucci. Era su vuelta a casa. "Fue una sensación bárbara para mí porque hacía un montón que no jugaba. Pero yo en realidad nunca me sentí fuera de Plaza. Yo siempre fui de este club, estuve más de un año afuera, nada más. Para ser sincero, durante el día tuve un poco de nervios, más que nada por lo de la lesión, porque a veces me duele y otras no. Ahora quedé un poco dolorido porque cuando me enfrío me vuelve a doler la espalda", señaló el tryman rosarino luego del pitazo final.
Con respecto al encuentro con Hurling dijo: "Creo que el partido no conformó a nadie. A mí tampoco me gustó, tanto en lo personal como en lo grupal. Creo que estuvimos muy apáticos, nos conformamos con ganar por quince puntos un cotejo que se podía resolver mejor. Cometimos muchos errores y a todos nos quedó un sabor amargo", finalizó Bartolucci.
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La Ciudad
